Las ciudades evolucionan y con el tiempo necesitan adaptarse a las nuevas necesidades bien sea por parte de los ciudadanos o los vehículos. Siempre tiene que haber un equilibrio entre ambos, aunque a veces no se cumpla al cien por cien y haya más barreras para los ciudadanos cuando no debiera ser así. Tanto para bien o para mal hay que sufrir los inconvenientes de las obras, pero siempre hay formas y formas de llevarlas a cabo; basta con ver claros ejemplo de eficiencia en el país vecino de Japón donde hay obras que son vistas y no vistas.
Es interesante poder observar cómo tu barrio o bien la zona cercan a tu lugar de trabajo se transforma. De esta forma, en el último año a lo largo de la transitada Johnston Road en Wan Chai he ido observando bastante cambios. Edificios a punto de ser terminados, otros que van desapareciendo con el tiempo sin darnos cuenta y también algunas zanjas en la calle. Dudo que aquí se hayan olvidado de poner un cable… Las obras tienen algo más de cabeza pero siempre pudiera darse el caso de alguna pifia.
Ya se podrán imaginar cuando tras muchos meses vuelvo a pasar por Central y descubro muchos cambios para mi asombro. De todas formas, parece que la gente se integra bastante bien con las obras porque pocas veces he visto situaciones tensas al respecto.
¿Qué es lo más notorio para ustedes sobre las obras? Molestas por el ruido, el polvo, poca coordinación.. Siempre se pueden minimizar los efectos laterales y hacerlo un poquito más cómodo para todos, casi como si fuese algo transparente. Buen ejemplo se me ocurre respecto a los programas informáticos y tecnología en general, que funcionan las cosas pero el usuario no se entera del trasfondo, sólo importa que se cumpla el cometido de la forma más natural posible.