Dar forma

Me llamó la atención yendo de paseo el otro día que habían bloques de piedra en el camino, algunos parecían querer camuflarse entre los árboles. Lejos de estar abandonados, unos metros más hacia dentro encontraríamos la respuesta.

Resulta que no muy lejos de allí se encuentra la zona de Wo Hop Shek, que no es ni más ni menos que un lugar donde ir a honrar a los difuntos, dígase de otra forma, un cementerio. Conocido este dato, queda un poco más claro la razón de haber encontrado esos bloques de piedra, mármol o granito diría, que son la base para elaborar los nichos.

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A lo largo de la carretera nos encontramos los negocios puerta con puerta casi durante varios metros. A veces me pregunto si estando tan pegaditos, ¿cuál de ellos tendrá más afluencia de clientes? O bien, seguro que hay alguno de ellos que sería el primerito en empezar el negocio y poco a poco se irían añadiendo más empresas, en plan gremio.

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Con razón me advertía mi novia que si salgo a correr por la zona que no me diese por subir en dirección a la carretera que lleva al cementerio. No será buen presagio para ella, creo yo. Así que, nos mantendremos en distancia por si acaso.

A la venta

Hace poco que tenemos disponible una nueva edición de las guías del 2014. No se crean que estoy hablando sobre guías de restaurantes, que también las hay, sino las predicciones de los principales maestros de feng shui de la ciudad. En una sección de nuestro 7-11 más cercano podremos encontrarlas.

Ya sabemos de la importancia que tiene el estar en armonía con el medio y saber qué va a deparar el nuevo año. Seguro que son muchos los que recurren a estos libros, bien sea por curiosidad o porque algunos realmente sigan las predicciones.

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Uno de los maestros de feng shui más conocidos es: So Man Fung (Peter) o también Master So. Es habitual verlo en algunos programas de la tele, no sólo relativos a feng shui sino también descubriendo distintos restaurantes de la ciudad. Siempre bien acompañado con alguna de que otra chica, así luce mejor en escena 🙂

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Todo sea dicho que a estos maestros les resultará un muy buen negocio haciéndoles ganar fama con sus libros, DVDs y apariciones en televisión. Son el equivalente a nuestro Rappel o Aramis, pero más respetables desde luego.

Hacemos el cambio del año de la serpiente al del caballo, pero aún habrá que esperar a final de mes pero la gente ya se va preparando.

Templo moderno

El otro día después de haber almorzado
fuimos dando un paseo por los alrededores. Hacía muy buen día, con lo que aprovechamos para ir de camino al centro, bueno exactamente la otra zona principal de Fanling porque digamos que la línea de metro subdivide la población como en dos núcleos diferenciados.

Cuando íbamos por un paseo que iba en paralelo a la calle del restaurante, de repente a un lateral iba apareciendo un edificio de ventanas con reflejos dorados, poco a poco se fue viendo más tras los árboles. No es que estuviera escondido pero justo detrás de una zona algo industrial no me imaginaba encontrar un templo. Este en concreto es el templo de Wong Tai.

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Una placita central delante del edificio y donde había algunos fuegos para quemar incienso antes de entrar al recinto.

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El detalle de los pilares fue de lo que más me gustó del conjunto. El resto de elementos , los clásicos de este tipo de templos. Colores rojos, dorados y en su interior estatuas de los dioses, que preferí ver desde la distancia.

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En la foto anterior si se fijan un poco, estaban a lo lejos unos carritos, los cuales tenían algunos souvenirs para comprar. Algunos colgantes a modo de ofrenda, pulserirás, figuritas de buda… Entre otros. Por los alrededores no había nadie, pero sí que parecía que una persona desde dentro del templo mantenía un ojo en los carritos por si alguna venta estaba al caer. Por otro lado, un lugar con poco tránsito de gente pero seguro que a rebosar en épocas de las fechas claves de las festividades.

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Templo oculto

Así a simple vista la siguiente fotografía no tiene nada de particular, o igual nos equivocamos. Una calle céntrica de la zona de Ximending por la que el tráfico resulta fluído y con edificios de pocas plantas de altura, hace recordar un poco al estilo de China continental. Un edificio con otro y en los bajos a modo de soportales tenemos tiendas, restaurantes o sitios de masajes. Es una zona popular, paso de turistas y gente local, con actividad desde el mediodía y hasta altas horas de la noche.

Mejor será que nos acerquemos un poco más y nos fijemos qué hay a la izquierda del cartel publicitario. Y sí, se trata de un templo que pasa un poco desapercibido, si estamos desde la otra acera nos llamará la atención al pasar por delante de la entrada donde hay una chica que vende flores para hacer ofrendas y podemos percibir el olor a incienso de forma más intensa.

Se trata del templo de Tin Hau en Taipei (台北天后宮), eso nos hace recordar que en Hong Kong también es una diosa muy popular y tiene cantidad de templos repartidos por el territorio, en Taiwán no iba a ser menos y además situado muy céntrico.

Nos encontramos ante la antesala, un poco más adentro están las estatuas de los dioses con sus altares. Hay algunas personas que recién predieron algunas varillas de incienso y dedicaban sus oraciones. La atmósfera no están demasiado cargada, menos mal, pero me imagino que en las festividades no habrá igual suerte, lo digo también por experiencias en otros templos.

Multitud de farolillos cuelgan del techo y tampoco faltan los motivos florales de la mano de orquideas dispuestas en distintos rincones del edificio.


 

Las representaciones de animales como el tigre, el elefante o el dragón; casi que parece a modo de pequeño zoológico y con réplica de algunas vivienda. A un lado y a otro de la sala principal.


 

Hasta el rey de la selva está presente, no podía faltar 🙂 desde luego que es de lo más variopinto, mezcla de lo tradicional y moderno.

Levantando la mirada vemos tras la estructura de los tejados las paredes de los edificios que lo rodean y nos hace volver a la realidad de la ciudad. Por momentos la tranquilidad y el ambiente solemne, hace que nos imaginemos estar lejos del centro, quizás en medio de la montaña y a modo de recogimiento.

Lo bueno del lugar es que no está masificado, que se agradece y también, al no ser demasiado grande se pondría imposible de gente. Siempre gusto de visitar los templos a las ciudades que voy y sentir un poco más de cerca las costumbres de la gente, es otra forma de aprender haciendo turismo.