Lástima que de momento no hayan vuelos directos a España, quien sabe si tarde o temprano terminamos teniendo una conexión directa desde Hong Kong hasta Madrid o Barcelona, sería genial. Sólo de pensar que para volver a Tenerife me ahorraría un pasito, aunque las horas de avión no me las quita nadie desde luego.
En nuestro vuelo a España, optamos por la conexión con Qatar Airways, de la cual hablaré dentro de poquito, con escala en el aeropuerto de Doha. Por suerte, la espera era bastante corta y en lo que nos bajamos del avión, llegar al edificio de la terminal y hacer tiempo, en cuestión de 1 hora escasa ya tocaba embarcar rumbo a Barcelona. Durante ese corto espacio de tiempo ¿qué hacer? como una visita al duty-free…
O hay gente que prefiere coger un rinconcito y esperar sentados. Cosa que haríamos nosotros más tarde, aunque eso de haber estado ya nuestras 6 horitas del vuelo HK-Doha, como que es mejor estirar las piernas un rato. No sé porque, me imaginaba el aeeropuerto algo más grande aunque luego me enteraría que terminarán para el año que viene la nueva terminal y seguro que promete.
Un pasillo por aquí…
un señor de la tierra por acá con su portátil…
La distancia entre la terminal y el avión era enorme, o eso me lo pareció a mi. A esa hora, las 4 y media de la mañana si no recuerdo mal, aunque con eso del cambio de zona horaria no estaba del todo ubicado. La claridad del día se empezaba a notar, aunque con una ligera bruma que seguro el desierto tiene buena culpa y se ve algo más gris de lo que realmente es.
Lo bueno, lo corto de la espera y no tener que recorrer largas distancia hasta la puerta de embarque. Dentro de lo malo, poca oferta de tiendas pero mejor así, que sino luego el bolsillo se lamenta 🙂