La catedral de Palma

 

Después de habernos recorrido el centro, otro de los puntos de interés y por no decir que uno de los principales es: la catedral de Palma. Puede que resulte algo tópico, pero es algo que uno tiene que ver de cerca. Fue una de las últimas visitas que hicimos durante esa tarde mientras el calor apretaba.

Nos fuimos acercando poco a poco después de haber venido caminando desde la avenida marítima. Y las distancias a veces engañan un poco, pero también la construcción en sí es bastante grande y a medida que uno se acerca se da cuenta. El sitio perfecto para sacarse una foto es delante de este pequeño estanque y la catedral de fondo.
 

 

La presencia de turistas en este punto se intensifica, mientras que cuando estamos por el resto del centro están todos muchos más dispersos. Te los puedes ver curioseando en algunos de los puestos que hay en los alrededores y que venden pinturas. En esta ocasión no compramos ningún souvenir que luego ya tendríamos ocasión en días posteriores.
 

 

Para los amantes de la arquitectura, este es un lugar donde no perderse detalle de los edificios. Esas paredes de color amarillo ocre, los ventanales y todo en piedra. Y al otro lado se alza una de las puertas de entrada, impresionante la cantidad de detales de la fachada y sus torres.
 

 

Nos quedó haberla visto por dentro. ¿La han visto ustedes? seguro que para los residentes será algo que igual no llama tanto la atención, pero para los que estamos allí por primera vez, no nos dejamos casi nada por alto. Lo bonito hubiera sido ver la catedral desde lo lejos e iluminada de noche como nos dijo Álvaro, pero nos fuimos con muy buen sabor de boca.

 

Ingredientes

 

Ordenando un poco las fotos del móvil, vine a dar con algunas fotos interesantes para compartirlas y aunque en su momento conté sobre cómo se suelen preparar algunos remedios medicinales, esta es una visión más cercana de una de esas tiendas donde comprar todos esos ingredientes. La tienda en cuestión es una situada por Mongkok, la cual hemos visitado un par de veces cuando mi novia no se sentía del todo bien y necesitaba consultarle algo al experto en estas artes.

El lugar está repleto de frascos enormes con productos de todo tipo, muchos de ellos no sabría decirles el nombre pero en su mayoría son productos del mar y otras hierbas varias. A un lado y a otro, hay pocos huecos libres y si se fijan en el mueble de la segunda foto, en las gavetas también hay guardados más ingredientes.
 

 

Aunque cuando nosotros fuimos estaba bastante tranquila la tienda, puedo asegurar que a veces se pone de lo más concurrido. Por ello los taburetes para que la gente espere su turno.
 

Y no es que espere a comprar los ingredientes, sino que esperar a que les atienda el experto. Cada uno le cuenta su problema, él empieza a anotar cosas en un papel y finalmente es cuando empieza a seleccionar cada uno de los ingredientes de la receta que elabora en base a sus notas.

No sólo se trata de ingredientes para elaborar remedios medicinales, sino que también para hacer sopas con productos como abalone o vieiras, que pueden llegar a alcanzar unos precios muy altos, son muy apreciados.
 

Aquí vemos al maestro en acción pesando algunos ingredientes, a la vieja usanza. Cogiendo un poquito de allí y otro poco de allá, formando una montañita sobre una hoja de papel de periódico que le sirve para meter los ingredientes en bolsas individuales.
 

 

Es muy interesante ver cómo perdura el uso de estos remedios y que aunque uno pueda ser algo escéptico, parece que funcionan bastante bien por lo que he visto. Yo de momento no he probado ninguna de estas recetas pero no descarto probar un día, quien sabe.

 

La Sagrada Familia

 

Uno de los últimos sitios que visitamos en nuestra primera etapa del viaje estando en Barcelona, es otro de los imprescindibles a visitar. Aún le queda unos cuantos años para ver terminado por completo esta obra impresionante, rica en detalles y única en su especie. Con esta, hacen un total de tres obras que visitamos y todas unidas a un mismo nombre: Antonio Gaudí. Como ya habrán podido adivinar, se trata de la Sagrada Familia.
 

Ese día fue bastante completito, y es que después de haber estado visitando el parque Güell por la mañana y haber hecho una paradita para picotear algo de comer, la siguiente parada del recorrido fue este edificio. Quedaba a tan sólo unos 20 minutos de donde estábamos, y nada más salir del metro doblando una esquina nos la encontramos de frente, majestuosa a pesar de las grúas que la rodean. Muchos curiosos por el exterior y aquellos que ya había conseguido entrar, esperaban sentados tranquilamente a la sombrita y es que calor era especialmente intenso a aquella hora.
 

Sólo hace falta fijarse un poco en algunas de las figuras que decoran la fachada, es un trabajo inmenso. La roca, las vidrieras..

 

Se pueden apreciar las zonas que son más nuevas por el color de la roca. Poco a poco se van añadiendo más pináculos, y los que quedan. Podríamos calificar esta obra como faraónica, estando prevista su finalización para el año 2030. En el interior se podían ver algunos planos de la evolución para los próximos años. Esperemos que se cumplan las fechas y para aquel entonces luzca en todo su esplendor.
 

La cola que teníamos por delante daba la vuelta a la esquina y se alargaba unos metros más hasta la entrada, ya que estábamos allí no ibamos a dejar pasar la ocasión de entrar. Botellita de agua en mano para refrescarnos y avanzando poquito a poco, hasta que nos llegó el turno de comprar la entrada.
 

Por fin estábamos dentro del recinto, tiempo de explorar los alrededores.
 

Si por fuera la impresionaba, el interior lo es mucho más. Ese techo que parece alzarse hasta el infinito, nuestra mirada se empieza a elevar hasta que se pierda en lo alto. Los pilares, los colores de las vidrieras… todo en su conjunto lo empequeñecía a uno.
 

 

Ahora que me fijo, podemos distinguir palabras escritas en las vidrieras, creo que puedan ser a modo de mensaje.
 

Después de ir de un lado a otro por la bóveda central y los pasillos del interior, decidimos ir en dirección hacia el sótano, lugar donde había un pequeño museo con piezas explicando desde los orígenes de la construcción, bocetos del autor y toda una serie de objetos que rodean a la historia del lugar. Muy recomendable si queremos enterarnos de más cositas.
 

A la vez hacíamos un poco de tiempo a que nos tocase el turno de subir en el ascensor a uno de los pináculos. Algo que era extra y decidimos cogerlo cuando compramos la entrada.
 

Una vez arriba, las vistas de la ciudad son tremendas. La subida está más que justificada ¿no les parece?
 

Casi que podemos tocar algunos de los pináculos de lo cerquita que los vemos. Rodeados algunos de andamiajes, en pleno proceso de construcción. Pero sin duda para mejor vista es mirar directamente hacia abajo. Si antes nos sentíamos chiquitos en el interior, ahora es como si los papeles se hubiesen invertido y nos sentimos poderosos observando a la gente y las cosas de un punto privilegiado.
 

 

Pero aún quedaba la parte más emocionante: el trayecto de bajada, a pie. Escalera de caracol estrechita y que no veíamos el final. Poco a poco, escalón a escalón y con cuidado vamos descendiendo y e unos 10-15 minutos estamos de vuelta a suelo firme.
 

Una visita que nos supo a mucho. Conocer más de cerca la historia de la edificación, recorrer su interior y también gozar en las alturas de la ciudad de Barcelona. Broche de oro para cerrar el día. Nos veremos Sagrada Familia, esperemos que para cuando sea el próximo encuentro sigas mejorando y veamos menos grúas, eso indicarás que las cosas marchan bien. Cuídate mientras tanto.
 

 

¿Qué es Tokio?

 

Puede que la pregunta a simple vista parezca un poco obvia, pero según le preguntemos a unos u otros, seguro que podemos sacar conclusiones interesantes de algunos de los aspectos de un lugar que no deja indiferente a nadie. Si nos fijamos en los datos de población, veremos que el núcleo urbano lo forman más de 8 millones de personas y si juntamos las áreas metropolitanas, el total se eleva considerablemente hasta casi 40 millones de habitantes, son números importantes. Es una megaurbe, fruto de un equilibrio entre modernidad y tradición, así lo veo a mi parecer.

A pesar de que uno se pueda sentir abrumado y piense que se va a encontrar más saturado de gente que en Hong Kong, no es del todo cierto. También, es una ciudad mucho más grande y la gente se puede repartir mejor, aunque hay ciertos puntos calientes donde la gente no para de fluir.

Un ejemplo lo tenemos en la zona de Harajuku o yendo de camino al mítico cruce de Shibuya. A pesar del calor de los días pasados, había bastante movimiento..
 

y al caer la noche, no sólo son las personas sino los coches, pero todo bien organizado.
 

¿Nos queremos evadir del ajetreo del centro? no hace falta irnos demasiado lejos para encontrar un parque donde disfrutar de tranquilidad y la sombra de los árboles.
 

Sólo nosotros y el sonido de nuestras pisadas yendo por un caminito que va serpenteando por el interior del parque. Es como si nos hubiésemos trasladado a otro lugar, pero seguimos estando en la misma ciudad.
 

Y también sobre todo, es un lugar donde se respira mucha tradición donde los templos ocupan un lugar importante. Para los fieles y para los turistas, lugar de paso obligado. Tanto para la oración como para disfrutar de bellas construcciones y estatuas en su interior.
 

 

Para el final, y no menos importante, un lugar muy rico gastronómicamente. Las conocidas réplicas de los platos llenan los escaparates de los restaurantes, ya no hay excusa para que no sepamos el idioma y es que tan sólo hace falta una foto o una réplica para buscar nuestro plato favorito y señalar 🙂 Con tanta variedad se hace difícil.
 

Tanto de lo salado como de lo dulce, y no veas como lucen de apetecibles, pero ojito que éstas no son para comer, jeje. Ahora recuerdo que Alberto me comentó un sitio donde venden todas estas réplicas y llevarnos una como souvenir, desde luego algo de lo más original.
 

Estas son algunas de las caras que muestra la ciudad, pero seguro que los que hayan estado podrán dar más versiones de la misma. Por supuesto que se pueden enumerar más como las facetas tecnológica, anime + manga, moda… En definitiva, una ciudad con cantidad de posibilidades y que hay que visitar para sacar conclusiones.