Como se puede observar, se compone de dos torres las cuales cuentan con una altura de 172 y 186 metros respectivamente, siendo la torre más alta la número 2. Inicialmente el proyecto fue desarrollado por Bond Corporation y denominado Bond Centre, pero más tarde debido a la quiebra de la compañía, fue adquirido por el Lippo Group y de ahí le viene su nombre actual hasta nuestros días.
El arquitecto que lo diseñó fue Paul Rudolph, americano para más señas y que en sus últimos años de carrera proyectó varias obras en el sureste asiático, a parte de en Hong Kong, también en Singapur e Indonesia.
Sin duda uno edificio emblemático, que puede que pase algo desapercibido entre el skyline de Hong Kong para algunos, pero que merece la pena ser contemplado. Una obra por la que no pasan los años.