Primer paseo

Tras la parada técnica para cambiar de avión y llegar a nuestro destino final: Barcelona, llegamos a la ciudad sobre las 2 de la tarde y con un día radiante. Cielo azul y despejado, eso ya nos alegraba la vista, ansiosos de comprobar cómo sería la temperatura exterior. Aún nos quedaba el paso de recoger las maletas y rumbo a coger el tren que nos llevaría hasta el centro de la ciudad.

Todo bastante ágil y sin problemas, pero lo primero que echamos en falta al poco de estar usando el transporte público fue la rapidez habitual del transporte en Hong Kong. Esos transbordos de línea un tanto largos y con menos escaleras mecánicas de las habituales, yendo con maleta arriba y abajo se hacía un tanto incómodo, pero diría que mejor en comparación con el metro de Londres. No obstante, más adelante veríamos algunas estaciones y vagones de metro bastante más modernos, cosa que se agradece.

El hotel que elegimos para los primeros días de estancia en la ciudad, fue el Silken Concordia situado al ladito de la estación de metro de Poble Sec en Avenida Paralell. Una zona tranquila y a pocos pasos de la céntrica Plaza de Cataluña. Primero un pequeño descansito antes de salir a explorar las calles cercanas, había que aprovechar el buen tiempo reinante, ya que, los días anteriores habían sido más frescos e incluso con lluvia.

Lo dicho, vamos de paseo y callejear un poco.
 

Con el solecito pegando, a veces hay que ir buscando un poco la sombra. Al principio un poco desorientados aunque había sido previsor y había cargado el mapa de la zona en Google maps para el móvil, no obstante, preferimos improvisar un poco e ir dejándonos llevar.
 

Aceras amplias, bancos para sentarse a descansar un rato y sobre todo, más sosiego y el fluir de gente es más lento que al que estoy acostumbrado. Y siendo una ciudad tan llanita, es genial poder ir en bici a casi cualquier sitio y más con el sistema de alquiler de bicis (Bicing), aunque por lo visto es sólo para residentes con lo que no necesitas ni tener tu propia bici y aparcarla de forma muy cómoda en los sitios habilitado.
 

Mi idea inicial era ir en dirección hacia Plaza Cataluña y ver algo del barrio Gótico, Raval… pero terminamos yendo en la otra dirección a hacia la Plaza de España, no obstante, tendríamos tiempo de sobra para visitar la zona mencionada anteriormente.

Y nos encontramos con esta bonita ex-plaza de toros reconvertida en centro comercial y con una terraza en su parte superior ¿Me pregunto si habrá que pagar? pero por suerte no. Bastaba con acceder por el interior del centro comercial, coger una de las escaleras mecánicas y rumbo al cielo.
 

 

 

 

Este pirulí tan moderno y que contrasta con el resto del conjunto, con una plataforma a donde se puede acceder a un ascensor para que las personas mayores o con minusvalía puedan acceder de forma fácil hasta la parte más alta y también disfrutar de las vista de la ciudad.
 

Incluso pudimos divisar algunos que aprovechaban el calor de la tarde para darse un chapuzón, ni tan mal ¿verdad? Todo un lujo el tener la piscina en lo alto del hotel, algo habitual en muchos hoteles de la ciudad y que permite ver todo desde otro punto de vista.
 

Una tarde perfecta para pasear disfrutando de una buena temperatura. Espacios abiertos para relajarse con la familia…
 

o en pareja.
 

Haciendo algo de deporte en grupo, capoeira más concretamente. Todo es válido en una tarde de verano para una ciudad como Barcelona.
 

Y eso que aún nos quedaba mucho por descubrir: rincones, gastronomía, compras… sino esperen y vean. Creo que había tardado mucho en ir a la ciudad, y por fin, era hora de conocerla a fondo y en compañía de mi chica. A los dos nos hacía mucha ilusión estar recorriendo la ciudad y esa primera toma de contacto con sus calles, la gente y todo lo que la rodea, estaba causando muy buena impresión.

 

Publicada

 

Hoy me he llevado la sorpresa al coger la revista HK magazine como cada semana, aunque algo me esperaba pero no sabía cuando. Mi amigo Fernando me avisó ayer, así que ya estaba advertido, pero siempre hace más ilusión cuando uno lo ve de primera mano. Hoy después de volver de comer me pasé a recoger un ejemplar en uno de los cafés cercanos a la oficina y esto fue con lo que me encontré:
 

Desde luego que no ha sido cosa del azar, sino que hace un par de semanas hubo una editora de la revista que me contactó. Me contó que gracias a un comentario que había dejado en el blog de Fernando Gros había llegado a mi espacio, en el que estuvo curioseando un poco y le llamaron la atención mis fotos. Me propuso participar en el espacio «Private Eye» dentro de la revista con una de mis fotos. De forma que hice una selección y las mandé, pero claro no sabía para cuando sería la publicación y mira por donde ha sido en el último número de la revista.

¿Qué les parece la foto? igual recuerdan que por un casual, esta foto la publiqué en un post de hace unos meses atrás, un momento mágico desde CWB, que ahora ha pasado al papel en modo de publicación en esta revista.
 

¡Muy contento!

 

Ir a China

 

Aprovechando que este viernes era festivo por el día de HKSAR, mi novia y yo fuimos tempranito por la mañana a China al pueblo de sus padres. ¿Qué implica eso? a parte del madrugar, toca coger el metro y el correspondiente tren con estación final en Lo Wu..
 

El paso por inmigración es rápido, lo que facilita las cosas teniendo el ID card de Hong Kong, pero una vez en el lado continental no nos libramos de rellenar el papelito de entrada. Justo el otro día mirando la visa, tengo hasta noviembre, así que, tendré que aprovechar y hacer algunas visitas más para amortizarla 🙂

Pasar a modo roaming y desconectar los datos del teléfono, no vaya a ser que luego la factura y recibir mensajitos de tu operador para llamar barato a números de HK. Un cambio en el paisaje que nos rodea: los edificios, la gente, las calles… para lo bueno y lo malo. El cambio del hong kong dólar al yuan. A veces un poco de caos en el tráfico, pero sorprendentemente nunca he visto un accidente ni he sufrido ninguno (tocamos madera), creo que sus habilidades al volante no tienen límite.
 

Paredes decoradas con carteles que anuncian licores o bebidas refrescantes que tienen un parecido en color y forma de botella a la coca-cola, esta en concreto es un té que creo haber probado en su versión en lata y bastante popular, allá donde vayas puedes encontrar anuncios por la calle o en las tiendas.
 

De vez en cuando, tropezarse con símbolos curiosos en los talleres de coches. Yo diría que el logo de BMW en la parte azul debiera ser un poco más curvada y no a modo de triángulo.. interesante
 

Está bien salir del entorno habitual y estar más desconectado durante un par de días, aunque eso de dormir, comer y ver la tele, al cabo de segundo o tercer día se termina haciendo un poco monótono. Espero que si progreso con el cantonés pueda comunicarme un poco mejor con los mayores o sino al menos con los pequeños de la familia. Mientras tanto sonreír y soltar algunas palabritas de agradecimiento.

Entretenerse sacando fotos por aquí y por allá. Esta vez no llevé la reflex porque sólo era para apenas dos días y la zona la conocía, aunque son esos momentos en los que siempre pueden pasar cosas inesperadas, ¿no les parece?

¿Para cuando la siguiente escapadita continental? igual en otro finde puede que caiga.

 

Volviendo al pasado

 

Paseando ese día lluvioso por Tung Chung, me acordé de un sitio que llevaba tiempo queriendo visitar. Digamos que está un poco escondido y hay que ir atento a las señalizaciones. A esas horas de la mañana y en domingo, poca gente por la calle aunque algunos paraguas en mano iban en dirección a coger la guagua hacia el centro, puede que preparándose para la hora del desayuno con familiares o amigos.

Después de llevar un rato caminando por los alrededores, parando de vez en cuando para sacar alguna foto, me encuentro con una indicación y al girar a la izquierda con este arco de piedra que me llevaría al lugar en cuestión. Sigamos el camino a ver hasta donde nos conduce…
 

Ummm, parece que se pone interesante la cosa ¿Adivinan qué tipo de construcción estoy a punto de visitar? aunque para los más rápidos viendo las fotos de más abajo, seguro que se lo imaginan. Estos muros nada más verlos, transmiten historia por sí solos.
 

Una vez dentro del fuerte de Tung Chung, comienza la exploración del terreno. Algunos operarios, guarda de seguridad y jardinero, con sus labores de buena mañana y todo muy tranquilo. Un patio central que está ocupado por construcciones bajas, una con un pequeño museo y la otra que alberga una escuela.
 

 

Según las inscripciones en piedra que nos encontramos en el arco principal de la entrada a la fortificación, data del año 1832, en la época de la dinastía Qing. Servía como cuartel general de la guarda marítima y también conocido como «Tung Chung suocheng». Algunos cañones situados en la parte alta de la muralla, punto estratégico en la zona norte de Lantau para vigilar el paso de los barcos que iban en dirección a Guangzhou.
 

La muralla asciende unos cuantos metros, pudiendo divisar desde el punto más alto la parte trasera de unos bloques de edificios y parte de la edificación rodeada de vegetación. Me pregunto cómo sería el entorno 150 años atrás, nada que ver con el actual. A medida que voy subiendo, en cada pisada sobre la roca (con cuidado que puede resbalar) y el silencio como principal protagonista.
 

¡Qué tranquilidad! sólo escucho el sonido de las gotas de lluvia rebotando con las hojas de los árboles. Aquí en el punto más alto. Rodeado de verde, cierro los ojos unos instantes y me imagino que no hay bloques de edificios, menos vegetación, soldados en sus puestos y siempre vigilantes. Quien tuviera una máquina del tiempo, no?
 

Al poco comienzo el descenso de vuelta hasta la entrada. Parece que la lluvia va cesando y hasta el sol parece asomar un poco más. El día apenas está despertando.
 

Los cañones testigos de tiempos pasados y siempre mirando al frente.
 

Parte de la historia de la zona que desconocía que hizo más interesante si cabe una mañana algo lluviosa. Monumento declarado desde el año 1979 y que sirve como escuela de primaria en la actualidad. Me pregunto si sabrán los niños la historia del lugar que les rodea…