LP invertido

 

Ahora que las temperaturas son un poco más fresquitas, es el momento más apropiado para dar comienzo a la temporada de caminatas. Pasados los calores del verano, la brisa de la montaña se agradece cuando uno sale a caminar. Nos juntamos Gonzalo, Marc, Enrique y yo hace un par de domingos para salir de caminata por Lantau. No me lo pensé dos veces y decidí unirme, y el tiempo para ese día parece que iba a acompañar. Igual muchos se preguntan que significa LP, ni mucho menos nada que ver con música, sino la abreviación de Lantau Peak.

Nuestro punto de encuentro fue la estación de Tung Chung (que suerte vivir al ladito), ellos venían desde Central en el metro. Antes de empezar a movernos, hablamos un poco qué ruta llevaríamos a cabo. Les comenté las rutas que había hecho hasta el momento y nos decidimos a hacer la ascensión hasta el pico Lantau para luego descender en dirección al Ngong Ping. Una ruta que ya había tenido ocasión de hacer, pero que esta vez tenía el aliciente de hacerla en su forma invertida, experiencia totalmente distinta. Para ello cogimos un taxi que apenas tardó unos 10-15 minutos hasta el inicio de la ruta: Pak Kung Au. Desde allí, el núcleo de Tung Chung ya lucía chiquito con el aeropuerto un poquito más al fondo.
 

Era el momento de empezar la caminata, las montañas nos esperaban. El sol también nos quiso acompañar con unos rayos generosos que de vez en cuando asomaban entre las nubes. Íbamos bien provistos de líquido elemento y alguna cosa para picar más adelante. ¡Vaamos!
 

El camino asciende de forma suave, con los escalones marcados y a los lados vegetación como: espigas, arbustos y algunos arbolitos, aunque no lo suficientemente frondosa como para resguardarse a la sombre de alguno. Creo que hice bien llevando una gorrita.
 

Poco a poco vamos subiendo y la pendiente va en aumento. Los escalones son más cortitos pero más elevados, cuesta habituarse para adaptar el ritmo. El grupo con tres a la cabeza y yo siempre un poco más rezagado con eso de ir sacando fotos a cada poco. El peso extra de la cámara junto con una toalla y unas cholas para luego, se nota.
 

Echando la vista atrás, otros grupitos de gente que vamos pasando, no vamos demasiado rápido pero si a buen ritmo. Se supone que en la ascensción se tarda 1 hora y media, creo que vamos a llegar algo por debajo del tiempo de referencia. Un poco más adelante haríamos nuestra primera parada.
 

Qué bueno poder encontrar un cachito llano del camino lo suficientemente grande como para reponer un poco las fuerzas, echar un trago de agua y continuar. El camino parece como si nos llevase directamente hasta el cielo, ligeramente más azulito pero a veces cubierto con una ligera neblina
 

A la sombrita de una pequeña caseta, unos 10 minutos pasan hasta que unos compañeros de ruta deciden continuar su camino. Todos muy bien equipados, especialmente las señoras con sus viseras y paraguas para protegerse del sol, buena mochila con agua y hasta con algo de fruta que nos ofrecieron tan amablemente.
 

El primer cacho más duro del camino lo habíamos superado, había que proseguir. Yo siempre detrás vigilando y foto aquí y por allá. La cima se iba acercando poco a poco pero aún nos quedaba un trecho. Calculo que haríamos las parada como una media hora después de la primera, todo se veía más claro y las ganas de llegar a la cima aumentaban, podíamos ver a más gente desde donde estábamos. ¡Ya queda menos chicos!
 

Sólo por las vistas que se tienen merece hacer la caminata y además cuando el tiempo acompaña, una brisita que aliviaba el calor que parecía apretar por momentos, el sudor goteando por la frente. Un muy buen ejercicio para una mañana de domingo.
 

Misión cumplida: habíamos llegado a la cima. Ya estaba casi todo hecho, tan sólo nos quedaba hacer la bajada pero sin duda algo mucho más ligerito pero bajar con cuidado porque con la inercia del cuerpo uno se puede confiar e ir más rápido de lo que debiera.
 

En apenas media hora nos plantaríamos en las cercanías del gran buda de Lantau, nuestro punto de destino final. Las piernas cargaditas después de la bajada y como no, tampoco olvidar la subida anterior. Eso sí, ahora sólo teníamos en mente una cosa: almorzar algo con fundamento.

¿Para cuando repetimos? algo se tendrá que ir hablando.

 

Despertar

 

El buen tiempo se va haciendo notar y es que ya estamos en mayo, tiempo para que luzca el sol y las temperaturas suban. Sin embargo, ha habido algunos días con algo de lluvia y cuando caía la tarde refrescaba un poco. De momento parece que la humedad se está portando, aunque depende de la zona de la ciudad en las que nos encontremos.

Esta mañana cuando me he despertado, un poco antes de las 8 no he podido evitar el ir a por la cámara y sacar estas fotos del comienzo del día. Cielo azul con algunas nubes, el verde de las plantas que cubren las montañas; los ingredientes perfectos para un día estupendo aunque la oficina esperaba y había que ponerse en movimiento.

Da gusto levantarse y disfrutar de tan bonitas vistas, y aunque yo sea un chico que tira más para el mar, un buen paisaje de montaña tampoco le tiene nada que envidiar. Las montañas de la isla de Lantau, un gran parque por que el «perderse» de caminata, salir de paseo en bici o bien ir a la playas del sur. Es parte del otro Hong Kong que uno tiene que descubrir.
 

 

Por suerte hoy es un día algo más tranquilo en lo que a movimiento de gente se refiere y ¿la razón? hoy es festivo en Hong Kong, celebración del cumpleaños de Buda y coincidiendo con este día, también se celebra en la isla de Cheung Chau una curiosa competición. Otro año que pasa y que no puedo asistir, pero cayendo en un día entre semana y siendo festivo en toda la ciudad, seguro que no cabe ni un alfiler. La gente incluso habrá pasado la noche en la isla para no perderse detalle de este festival.

Un buen día para disfrutar de las actividades al aire libre, darse un chapuzón bien en la playa o la piscina y también salir de caminata con la familia. Después de encadenar varias semanas con festivos que caen en lunes y el de hoy martes, la cosa vuelve a la normalidad la semana que viene. Semana completita de 5 días pero por lo pronto, mañana da comienzo la feria de Hofex y el ritmo en la oficina se acelerará. Esperemos que todo salga como está previsto. Así que si tengo ocasión de ir por la feria, espero sacar algunas fotos y también pillar algo de comida o bebidas, no me cabe duda que algo se podrá sacar.

Sigamos con lo nuestro, la semanita va cogiendo ritmo..

 

Mejorar

 

¿Qué sería de las ciudades si no nos preocupásemos en intentar conservar su legado histórico? El pasado es importante conservarlo, ya que, marca la identidad del lugar. Poder observar la evolución a lo largo de los años y que las futuras generaciones aprendan al respecto.

Me ha parecido interesante dar a conocer esta web: DesigningHongKong, donde se recogen bastante iniciativas en las que se intenta conservar la imagen de la ciudad y/o alternativas a algunos proyectos para no causar daño a zonas protegidas dentro del entorno verde, que es parte importante del territorio de la ciudad.
 

 
De entre los artículos que podemos encontrar en ella, podría destacar los siguientes:

Colocación de edificio de ventilación cerca del IFC
Conservación de los mercados callejeros
Cuartel central de la Policía. Edificio del cual hablaba no hace mucho

Entre la colaboración del gobierno y los ciudadanos, está al alcance de todos hacer que la ciudad sea un mejor sitio para vivir, donde haya un equilibrio entre los edificios, zonas comerciales y las zonas naturales. Sabemos de las limitaciones, principalmente de espacio pero siempre hay alternativas que sean respetuosas con el medio y satisfagan a ambas partes. Ya se sabe que llegar a acuerdos en ciertos aspectos, no es del todo fácil pero habrá que sentarse y dialogar.

Eso me recuerda que hace poco ha saltado la polémica por otra decisión de reubicar a las empresas que se encargan del reciclaje en la ciudad. Lo que amenazaba con que los servicios de reciclaje se paralizaran, causando un caos en la ciudad. Papel, latas, vidrio… acumulándose sin ser recogidos.

El reciclaje es un aspecto importante que no se debe descuidar. Después de las celebraciones del Nuevo Año Chino, en las cuales se reparten muchos sobrecitos rojos, es bueno poder reutilizarlos y darles un buen uso, concienciar a la gente para ello.

Muchos proyectos para los próximos años y por supuesto, no siempre a gusto de todos. Veremos cómo van evolucionando y hacen de la ciudad un mejor lugar para todos.

 

Rutita en bici

 

El pasado fin de semana, me ofrecieron la posiblidad ir de ruta en bici por la isla de Lantau. El punto de encuentro era en Mui Wo, con lo que cogiendo una guagua (línea 3M) desde Tung Chung, llegué allí en media hora escasa. Mi amiga estaba esperando, ir a coger las bicis y prepararnos para la ruta (Chi Ma Wan trail)

Siendo sincero, me esperaba que fuera un paseo pero lejos de todo eso, una ruta bastante exigente que nos llevaría unas 4 horas según me comentó al principio. Con las piernas un poco molidas del entrenamiento de un par de días antes, pero el ejercicio en la bici vendría bien para descargar las piernas y quitarme las poquitas agujetas que tenía. Primero dimos una vuelta de reconocimiento por los alrededodes de Mui Wo para luego dirigirnos hasta el inicio de la ruta. Camino estrechito que empezaba en lo alto de la montaña con lo que previamente tuvimos que colgarnos las bicis para alcanzar ese punto y luego la cosa ya pintaba más fácil, en principio.

Un camino de tierra, aunque con algunas partes asfaltadas, piedritas de vez en cuando… de todo un poco. Zonas llanas, descensos en los que te dejabas los frenos y luego algunas cuestitas que quitaban el aliento. De cuando en cuando hacer un paradita para repostar líquidos y sobre la marcha continuar. En esta foto una de esas paraditas que hicimos después de habernos tragado una cuestita previa, rompepiernas desde luego…
 

Lo mejor de todo, el paisaje que nos ibamos encontrando a nuestro paso. Una pequeña presa con este puentecito para pasar hasta el otro lado y seguir la ruta monte a través. Encontrarnos con alguna gente en bici o bien de caminata, y es que el día sin hacer demasiado calor, era perfecto para disfrutar de la montaña.
 

 

Lástima que no llevase conmigo la réflex, pero yendo con la bici era mejor llevar poco peso. Al menos el móvil resolvió y cuando iba cogiendo algo de ventaja respecto a mi compañera de ruta, podía parar un poquito y sacar un par de fotos aquí y allá. Bonitas vistas hacia el sur, con la playa de Pui O escondida hacia la derecha, y lugar de paso habitual de los ferrys que van hacia Macao. Como se puede ver, no estaba especialmente soleado el día, pero no por ello había que descuidarse que se notaba el calorcito después de un rato en el cuello, jeje.
 

Y como no, ante todo bien protegido que con tanta roca de por medio, nunca se sabe.
 

Cosas curiosas como encontrarnos con alguna señal algo «fuera de lugar», como esta: prohibidos los coches y/o motocicletas. Lo de las motos lo entiendo, pero coches? sólo hay que ver lo ancho del camino 😀
 

O también las indecisiones: ¿izquierda o derecha? seguimos en dirección a Pui O. La mayor parte de la ruta la habíamos superado, con sus tramos más difíciles habiéndolos pasado a pie debido a lo complicado del trazado con las rocas o zonas de bajada empinadas. Mientras tanto tirando pa´lante, con alguna playita perdida de por medio o con casas abandonadas, y prácticamente solos en esta parte del camino.
 

 

 

De repente algunos tramos más de escalones un tanto complicados con lo que toca desmontarnos para seguir a pie. Y al poco el camino que se vuelve a hacer llano. Más abajo se podía escuchar el sonido del paso de los coches cada vez más cerca, eso quería decir que la carretera estaba cerca, y prueba casi superada…
 

 

Desde luego que no me puedo olvidar de mi compañera de fatigas en ese día que se portó como una campeona. Me hizo recordar mis buenos tiempos pedaleando por las calles de Santa Cruz o algún paseito hasta la playa, y es que hacía la tira desde que no pillaba una bici. No hay que perder las buenas costumbres, verdad?
 

El cansancio se iba notando y más aún cuando nos quedaba por afrontar una buena pechadita yendo de vuelta hasta Mui Wo, pero nos lo tomamos con calma. Tramos a pie y otros sobre la bici haciendo uso de la marcha más ligera posible, aún así parece que la cuesta se resistía pero pronto alcanzaríamos la «cima» y luego una bajadita que nos dio alas hasta llegar nuevamente al centro de Mui Wo. En nuestras mentes sólo una cosa: comer.

Buscar un sitio tranquilo y al fresquito: OK
 

Cervecita como dios manda: OK
 

El resto ya vino (y se fue) en menos de lo que canta un gallo. Y lo rico que estaba todo: Ensaladita de pollo, pizzita y tampoco podía faltar un postrito 😀
 

 

 

Nos quedamos más que satisfechos. Ya sólo nos faltaba café y puro para empezar la sobremesa, jeje. El broche final para una buena jornada de ruta en la montaña. Habrá que repetir, no? la ruta.. aunque la comida tampoco me importaría.