Tomando un descanso

Algo pasa en torno al mediodía cuando vemos más actividad de la habitual, bien sea en una de las pasarelas que conectan edificios o a pie de calle. La hora del almuerzo se va acercando y la gente está tomando un descanso previo a la hora de comer; es el momento de socializar.

Los grupitos

Si siguen mi cuenta de Instagram seguro la imagen siguiente les resulta familiar.

Los puntos de encuentro en la calle siempre son más fáciles. necesito un descanso

Es el momento perfecto para lo que quieren disfrutar de ese cigarrito de media mañana.

La horas críticas son entre las 11.30 a 13.30. Es por eso que mi hora habitual de almuerzo está más próxima las 2; de esta forma me evito las colas y aglomeraciones.

Vuelta a la normalidad y cada uno para su oficina. Nos vemos en el próximo descanso. Bien seguro que los fumadores se verán las caras unas cuantas veces más al día, pero para el resto no llegará el momento hasta previo el almuerzo. ¿Ustedes se toman descanso antes de ir a comer? ¿quizás después? creo que ayuda a ser más productivo y a despejar la mente. Yo como buena práctica intento estar no más de una hora delante del ordenador. Ir a la cocina a tomar agua, recoger papeles impresos de la copiadora principal o ir a echar unas cartas.

Sábado de paseo

Las niñas le han cogido el gustito a eso de salir de paseo; es ponerlas en el cochecito y se les dibuja una sonrisa. A veces es a dar una vuelta por el parque cerca de casa o en otras ocasiones nops vamos un poquito más lejos, así hay variedad. Qué menos que siendo fin de semana y en la comodidad del cochecito: toca sábado de paseo. Ellas se entretienen mirando a su alrededor y también pueden echarse un sueñecito en lo que llegamos a nuestro destino.

Con las preparaciones previas para que no falte de nada en el trayecto, ya comiditas y tener las cosas para una posterior comida. Salimos de casa y hasta la estación de metro, parece que el calor no aprieta demasiado y después del paseito, ya estamos en el vagón del tren. Nos vamos hasta Kowloon Tong, al centro comercial de Festival Walk. Sitio amplio en el que poder pasear y almorzar algo, y luego de paso dar un vistazo a las tiendas que igual tienen algunas rebajitas y poder comprarles algo de ropita.

 

sábado del paseo

Lo primero es lo primero, y nos toca hacer la paradita de turno para almorzar. Con suerte en el sitio al que vamos no tenemos que esperar y nos consiguen rápido una mesa, además es un sitio bastante popular para llevar a los peques y la comida está bastante buena (en el Dan Ryan’s). No se crean que tan sólo pedimos una ensaladita, luego vendría el plato principal pero las niñas requerían nuestra atención, ellas también estaban reclamando su biberón 🙂

Todo hay que decirlo, y es que estando en el restaurante se portaron muy bien. En lo que nos alternábamos para darle el biberón y luego si se dormían para ponerlas en el cochecito. Le vamos cogiendo práctica y entre medias vamos comiendo, primero uno y luego el otro.

Y para cerrar la salida, un café que un servidor iba necesitando bastante. La noche anterior fue un poquito dura y apenas pude dormir, confiando que la noche del sábado al domingo fuese algo más llevadera con el permiso de ellas, jeje.

Está claro que no todo va a ser ir de mall en mall, pero es una facilidad tenerlos bien comunicados con la línea del metro. Ellas contentitas que las lleven, ver gente y cosas nuevas mientras que no pasan demasiado calor. Las mantitas que no falten, que el aire acondicionado ya sabemos cómo se las gasta.

¡Hasta un próximo paseo!

Travesía nocturna

Para que luego digan que los «junks» son sólo para el verano, ni mucho menos. Cualquier excusa es buena para subirse a un barco con un grupo de amigos y disfrutar de una travesía nocturna por la bahía de Hong Kong. Además, muy propicio con la reciente celebración del Año Nuevo Chino.»

Unos amigos que estaban de vuelta en la ciudad visitando a la familia nos comentaron si queríamos apuntarnos al barquito que empezaba a eso de las seis y media de la tarde cuando ya empezaba a caer el atardecer. La condición: llevar algo de comida o bebida y el resto ya lo ponían los anfitriones; el plan sonaba muy bien así que nos apuntamos. Lo dicho, vamos a zarpar en nuestra vía láctea particular.

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Con buena música de fondo, entre picoteo y picoteo mientras charlando con la gente. Lo que es comida no faltó de nada: embutidos, quesos, papas fritas, ensaladas, pasta, hummus… si que dimos buena cuenta de ello. Incluso dos pollos medianos, parecía como una cena de acción de gracias o volver a las celebraciones navideñas.

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Menuda niebla que se metió ese día, hacía que por momentos uno no se pudiese ubicar del todo bien y de repende otros barcos que pasaban por la zona aparecían tal fantasmas entre la bruma espesa. Parecía como si se tratase de una película…

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Como el barco iba recorriendo la bahía de un lado a otro tuvimos muy buena vista del skyline y mucho mejor aún cuando la bruma parecía que se iba disipando un poco. No faltó tampoco el show de las luces a su cita de las ocho como es habitual.

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Ya de regreso al muelle central tras unas horitas disfrutando de la brisa marina durante la travesía, momento de pisar tierra pero la noche aún no terminaba ahí ni mucho menos, sino que seguiríamos de camino a una celebración de cumpleaños de uno de mis compañeros de dragonboat. Un ratito a saludar y echarnos algo, luego a casita que mañana tocaba entrenamiento 🙂

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Cóctel de altura

Será por sitios desde los que tener buenas vistas, pero también hay que saber elegir el adecuado y con un poco de suerte que no esté con el cupo lleno; fácilmente en la tarde de un viernes y comenzando el fin de semana es un buen momento para ir a tomar algo al fresquito desde un bar en el lado de Kowloon. Si nos vamos hasta el edificio The One podremos encontrarnos con una buena oferta de restaurantes y bares desde los que disfrutar de un cóctel de altura. Su ubicación privilegiada es uno de los principales reclamos.

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A la izquierda podemos ver el edificio residencial «The Masterpiece» el cual también alberga en sus bajos el centro comercial K-11. Como ven, el espacio se aprovecha lo mejor posible y para que resulte lo más conveniente.

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Una noche especialmente bonita y con no muchas nubes, perfecta para ir viendo cómo anochecía con nuestro cóctel a mano.

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El bar-restaurante en cuestión se llama Tapagría. Si estaban pensando en qué tipo de comida sirven, están en lo cierto que es comida española 🙂 y por cierto no está nada mal, sobre todo para almorzar puesto que tienen un set bastante bien de precio y el sabor es auténtico.

¡Que disfruten del fin de semana! y si es con un buen cóctel de altura mejor aún, refrescándonos del calorcito.