Buen tiempo

Muchos estaban deseando que llegasen las vacaciones de Semana Santa para pegarse alguna escapadita, sino miren a Pau que se ha ido con la familia a Japón 🙂 Entre tanto trasiego vacacional, siempre hay gente que prefiere viajar en otras fechas y se nota algo más de tranquilidad en la ciudad ante la estampida de gente que sale con rumbo hacia otros países. Tampoco es mal plan quedarse estos días y descansar aprovechando el buen tiempo, aunque también aprovechar para montar algún plan con amigos.

Menos mal que ha hecho buen tiempo, porque ya se sabe que a veces la metereología puede ser un poco caprichosa y nos fastidie las vacaciones. Esta vez el sol ha decidido hacer acto de presencia durante estos días y eso había que aprovecharlo; nada mejor que salir a correr un poco por la mañana y disfrutar del ambiente primaveral, además de unos cuantos grados más que marcaba el termómetro.

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Hubiera sido también muy buena opción el ir de caminata a la montaña, yendo preparado con líquido suficiente porque el calor empezaba a apretar.

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No obstante, ya tenía plan montado para el mediodía. Una amiga del equipo que vive en Pui O, situado al sur de Lantau, decidió organizar una barbacoa en la playa. Allí nos juntamos un grupito de compañeros del equipo y también con los hijos de uno de ellos; lástima que a última hora hubo una pareja que no pudo unirse porque sus niños se pusieron malitos.

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Disfrutamos del sol, de carnita a la brasa junto sidra y cervecitas. Se pasaron las horas volando y ni siquiera me llegué a dar un bañito pero al menos si darme un remojito en los pies.

Todos nos habíamos quedado satisfechos con la comida aunque alguna cosita que otra sobró pero si que dimos buena cuenta entre los adultos y los peques. Tocaba el momento recogida antes de que se hiciese más de noche.

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Una vez todo recogido llevamos las cosas hasta casa de mi amiga que quedaba cerquita de la playa y poder apurar un último trago en el bar de la playa que al parecer tenía bebidas gratis de seis a ocho de la noche, así que aprovechamos antes de poner rumbo a casa. Un punto final excelente mientras vimos como la luna era eclipsada por el sol.

Peculiar

Yendo el otro día de camino a la estación, siempre paso por un parquecito al cual no le faltan sus columpios, plantitas y zonas de descanso. Todo hay que decirlo, está bastante completo y hasta una cancha para fútbol tiene.

Pero algo peculiar está en una de las instalaciones y es que también cuenta con una cancha para jugar a gate ball tienen algo similar al croquet.

La verdad que era la primer vez que sabía de la existencia de este juego pero por lo visto se viene jugando desde 1947; las partidas duran media hora y el mejor de dos equipos que marque más puntos. Juego de precisión y movimientos rápidos.

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Lo primero que me vino a la mente fue esta escena:

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Por lo que me he fijado hay bastante afición en el vecindario porque cada mañana cuando voy de camino al coger el metro ya están echando la partida mañanera. Además el terreno lo tienen muy bien cuidado y creo que recién estrenaban césped nuevo, no se podrán quejar y que no haya lesiones 🙂

Jugar la suerte

La industria del juego en la ciudad no está permitida, pero a tan sólo una hora de ferry podemos desplazarnos hasta Macao y dejarnos seducir por las ruletas, máquinas tragaperras y otros juegos de mesa. Tal es así el volumen que se mueve durante el año, que ha desbancado a la mismísima ciudad de Las Vegas. Cantidad de turistas de China continental se desplazan hasta allí; visitar sus calles, disfrutar la gastronomía, hacer compras y como no, dejarse dinero en el juego.

Me acuerdo cuando tuve la ocasión de visitar por primera vez la ciudad, visita obligada aunque sea una vez y transportarse a sus calles adoquinadas con toques europeos. Por aquel entonces, una de las grandes atracciones era la reciente apertura del Venetian, uno de los casinos más grandes por aquel entonces. Con el paso de los años han ido abriendo otros pero este sigue siendo uno de los más majestuosos sin duda.

Relacionado con el tema, justo en estos días también se ha estrenado una película del conocido actor Chow Yun Fat y en la que la temática gira en torno al mundo del juego y de título «From Vegas to Macau». El papel de jugador de cartas no le es nuevo ni mucho menos a Chow Yun Fat, puesto que hace bastantes años en una de las primeras películas que protagonizó encarnaba a un afortunado jugador y posteriormente se juntaría con Andy Lau y Stephen Chow, otros dos grandes.

Sólo por ver el ambiente de los casinos por dentro, ya merece el viajito hasta allí y ya que estamos pues podremos jugar nuestra suerte en alguna de las máquinas, quien sabe si podremos resultar premiados y todo está en probar pero sin dejarse llevar, porque luego los excesos son malos.

Y si no podemos desplazarnos al casino, el casino vendrá a nosotros puesto que hoy en día existen webs como www.casino-movil.es que ponen al alcance de nuestra mano el poder jugar con tan sólo unos pocos clics. Es buena alternativa y más con el uso creciente de dispositivos móviles a nivel global.

Gira la rueda

Algo capta nuestra atención, nos acercamos a mirar y nos paramos durante un rato inspeccionando el exterior. Pasamos de una a otra hasta que haya una que nos convenza para dar el paso. Basta que llevemos unas monedas sueltas y ya tenemos la excusa perfecta, aunque si sólo contamos con tarjeta Octopus también las hay que funcionan con ella.

Estas expendedoras las podemos encontrar en algunas galerías comerciales, en salas recreativas (no de tragaperras) o incluso las he llegado a ver en los cines. En España lo normal es verlas en algún bar
o restaurante, pero seguro que nunca habían visto tantas juntas, ¿verdad?

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Reconozco que en más de una ocasión me he parado ante una para curiosear y he acabado con alguna cosita. Principalmente son: muñequitos, llaveros o digamos que es merchandising de algunos personajes conocidos como Angry Birds, Pokemon, Ben10, Mario Bros…entre otros.

Otro sitio por excelencia donde encontrarlas es cuando vayamos a Japón, allí si que tienen un verdadero paraíso de las expendedoras.