Oido cocina

Una cosa que uno aprende con el tiempo, es que para buscar ciertas cosas hay que ir a zonas determinadas. Aún recuerdo cuando en los primeros días de mi llegada a la ciudad, andaba buscando una tienda de deportes y por más que di vueltas en la zona donde estaba alojado, no conseguí dar con ninguna. Finalmente encontré un centro comercial y allí si que había muchas tiendas agrupadas. Uno va con la idea de cuando viene de España que en nuestros barrios siempre hay de todo un poco en cientos metros a la redonda y en Hong Kong, a veces ocurre que no es así. Es como si ciertas secciones de calles se especializaran como en los gremios de antaño.

No muy lejos de donde caminaba el otro día, en un tramo de la calle Portland que une la zona de Yau Ma Tei con Mongkok, podemos encontrar una gran cantidad de tiendas que se especializan en la venta de todo tipo de utensilios como calderos, hornos, electrodomésticos o cuchillos. Tanto para el público general como también orientado al entorno profesionales como hoteles o restaurantes.

Y lo curioso es que algunos nombres de tiendas hacen referencia a la actividad principal del negocio, como en este caso es el acero. Con el tiempo han ido evolucionando y su catálogo de productos se ha ido ampliando y diversificando.

Increíble cuántas cosas y las tiendas repletas hasta la puerta. Calderos de todos los tamaños, algunos tan grandes como para que uno quepa dentro


 

Soluciones para todos los bolsillos y raro será que no demos con el utensilio que andamos buscando, sino ya se encargarán de ayudarnos y referirnos a la tienda más cercana. Sino, puede que en otra zona dedicada de la ciudad lo encontremos. Así que, si andan cerca y quieren curiosear un rato entre cacharros, ésta es la zona adecuada para mirar y también una buena excusa para contemplar la diversidad de edificios.

Pasión roja

A falta de no haber pasado por la ciudad de Maranello que es la cuna de la marca Ferrari, me pude consolar con la tienda que había en el aeropuerto de Malpensa. Llevado por la curiosidad no me pude resistir a entrar y curiosear un poco. Y nada más entrar: «un zumbido de Fórmula 1» nos daba la bienvenida.

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Dando un vistazo entre algunos de los artículos tenían: tazas, bloc de notas, gorras, camisetas… no les faltaba variedad. Con los colores amarillo y rojo tan característicos dominando. Y entre tanto, había algunos elementos intercalados del mundo del motor como: un volante de un modelo antiguo o un cigüeñal en uno de los escaparates.

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Éste era el rincón de la tienda más goloso de todos, qué indecisión! entre los polos, las gorras, algunos coches a escala.. finalmente me probé una camiseta y listo, compra hecha y tan contento con mi souvenir de il cavallino rampante 🙂

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Lo suyo hubiera sido hacer una visita a las instalaciones cerca de la casa Ferrari o la casa museo. Una tarea pendiente que dejaré para un próximo viaje si surge la ocasión, y es que en Italia se respira mucho mundo del motor y para un aficionado como yo del mundo de las cuatro ruedas hubiera sido lo más. Más adelante..

Muy útiles

Sitios que no les hace falta la publicidad, que llevan en el mismo lugar desde hace muchos años y que prestan un servicio que a veces nos resulta indispensable, tales como: cerrajeros, reparación de zapatos, elaboración de sellos de caucho… son algunos de los puestos que comparten espacio en este callejoncito en la trasera de una de las salidas de la parada de metro de Central y al lado del emblemático edificio Pedder.


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Hoy mismamente me he visto en la necesidad de hacer unas copias de llaves para la oficina. Así que, aprovechando que tenía que ir al centro a hacer una gestión, después de terminar me he acercado. Apenas eran las 11 de la mañana y parece que recién habían abierto el negocio. Regentado por un matrimonio, ella encargada de hacer las copias mientras que él se encargaba de ir colocando todo en su sitio. Servicio eficiente, amables y se defendían bien con el inglés.

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En lo que me esperaba a que terminasen de hacer las copias, ha llegado otra chica a por lo mismo. Ha tardado poquito en atenderla. Lugar de paso habitual e ideal para tener buena visibilidad. Reconozco que aunque he pasado muchas veces por ahí, esta era la primera vez que hacía uso de ellos. Puede que para la próxima vez que tenga que arreglar unos zapatos, ya sé a donde dirigirme 🙂

Y a modo de anécdota, comentar que con esta entrada el blog alcanzamos la número 1000, wow! y además hoy empieza la primavera. Quién me lo iba a decir cuando apenas empezaba. Espero que les siga entreteniendo leer los relatos del blog y también sea útil, como estos oficios, conociendo un poquito más la pequeña-gran ciudad de Hong Kong.

A la vista

Un domingo por la mañana y de camino al entrenamiento habitual de dragonboat, es un buen ejercicio el observar las cosas desde lo alto en el segundo piso en una guagua. El tráfico fluye con normalidad, nada que ver con las colas habituales de un día de semana por la tarde. La ciudad parece que va despertando poco a poco y los negocios se van preparando para afrontar una jornada de trabajo. Aquí tenemos al clásico dispensario o droguería de siempre poniendo a punto los productos.

Es curiosa la mezcla que hay entre los medicamentos y por otro los productos de higiene personal y limpieza para el hogar. Incluso a veces, hace de tienda para la venta de pescado seco y droguería al mismo tiempo. Eso se le llama diversificar el negocio y ampliar el rango de clientes.

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En una esquina de la transitada zona de Causeway Bay y en plena esquina de un cruce de calles, a la vista de todos. En cierta forma tiene un parecido con el puestito que les comenté.