Brisa marina

Para aquellos que me pedían más cositas sobre Australia 😉 que aún quedan cositas pendientes, el viaje dio de si, aunque uno siempre se queda con ansias y ganas de ver más y más. Creo que sólo por lo lejos que está el continente y lo exótico de las cosas que nos podremos encontrar por allí, siempre despierta el interés de mucha gente, no les parece?

Tras haber conocido Sydney durante unos días y mi posterior estancia en Cairns, tocaba regresar a mi punto de origen antes de tomar el avión de vuelta. Así que tuve la oportunidad de recorrer algunos sitios más de una vez, como el que comento a continuación.

Darling Harbour. Se encuentra situado hacia el norte de la ciudad en dirección a donde está ubicada la tan conocida Ópera House. Con amplios espacios para pasear, banquitos para sentarse y disfrutar la tranquilidad o si nos apetece echarnos algo en una terracita o restaurante.

Desde el mismo también podemos divisar la parte trasera de la torre de Sydey y algunos edificios altos, que son más contados que en Hong Kong. La verdad que muy bien conservada la arquitectura de esta ciudad.

Una gozada pasear cerquita del mar y su puerto deportivo con unos cuantos barquitos que ya nos gustaría a algunos poseer, jeje, ver y no tocar 🙂

El acuario y el parque animal que se encuentran en la zona son dos visitas muy recomendadas, yo no dejé pasar la ocasión de visitarlos, valen la pena.

Y no me podía olvidar de una protagonista no menos importante en esta zona, nuestra amiga la gaviota. No puedo evitar que se me vengan a la mente escenas de la peli «Buscando a Nemo», que como ya saben parte de su andadura transcurre en la ciudad de Sydney y cercanías de su zona costera. Mío, mío, mío…

Sabor austral

Rescatando cosillas de mi viaje por Australia, haremos una nueva parada en la ciudad de Cairns. La visita breve pero intensa, dio tiempo a recorrer gran parte de la ciudad y hacer diversas actividades que me dejaron muy buen sabor de boca, casi tanto como mi primera comida al poco de llegar allí.

Siendo Cairns una ciudad de cara al mar, no podría faltar en restaurante que se precie buen pescadito. Los que me conocen sabrán que soy más bien de carnes, pero de vez en cuando un pescadito sienta muy bien, estamos de acuerdo no? 🙂

En lo que iba dando una vuelta cerca del muelle deportivo, y de paso curioseando los menús de algunos de los restaurantes por allí situados, después de un rato de merodeo decidí entrar en Dundee´s. El sitio pintaba bien además de no haber mucha gente, también es que se me hizo un poco tarde con la hora del almuerzo…

Y después de un rato de hojear el menú: pescadito al canto. La elección, un barramundi, pescado bastante conocido de la zona, aunque curiosamente la primera vez donde lo probé sería en Hong Kong, pero que mejor sitio que en Australia para probarlo.

El plato como se ve en la foto, no venía mal acompañado. Entre su ensaladita y unas papas fritas junto con un aliño de ensalada y limoncito. Yo para mi gusto hubiera quitado papas y poner un filetaco de barramundi 😛 pero la cosa cundió, y con las ganas que tenía de comer, ufff.

Y como soy poco goloso, cerrar el almuerzo con unos pedazo de profiteroles con chocolate caliente por encima. De australiano tiene poco, pero allá donde estén seguro que triunfan 😀

Después de tan rica comida sólo quedaba echarse una siesta, aunque no vean como apretaba el calor para estar dando paseitos. Y sino, hacerle caso al lagarto Juancho o más bien, cocodrilo Dundee, tumbona y a tostarse ricamente al sol australiano.

Buen provecho y mejor siesta si cabe.

Sr. Croc

En la visita que hice por tierras australianas hace unos cuantos meses, para allá a mediados del mes de Noviembre, aprovechando mi vuelta a Sydney después de pasar unos días en Cairns, aproveché para pasarme por el «Sydney Wild Life World«. Allí nos podemos encontrar gran variedad de flora y fauna del continente austral, y una de las especies más reconocida pero a la vez temidas tenemos el cocodrilo.

Aunque en la foto tenga la pinta de ser un animal tranquilo, no nos podemos fiar. A mi hasta me dio la impresión de que fuera de plástico, apenas se movía.

Lo mejor de todo, el toque de humor que le dan para evitar que la gente le de por alongarse demasiado desde la parte alta del recinto donde se encuentra nuestro amigo. Por si alguno/a le quiere dar el salto… 😀

Y cuando abre la boca, madre mía, eso si que son dientes. Tenerlo de cerca pero que uno esté bien a salvo 🙂

El encuentro con el cocodrilo fue de lo primero que vi en este recinto, pero uno no puede dejar pasar por alto el canguro y el koala, otras de las especies más representativas de este continente, me los reservo para más adelante. Sin duda, una visita recomendada para los amantes de los animales y los que quieran conocer algo más lo que se mueve por tierras australes.

En el rainforest

Aprovechando que Capitán Urías comentaba una entrada de cuando estuve por Cairns (Australia), aún quedan cositas por contar de ese viaje, que dio para mucho, pero mejor ir espaciándolo 🙂 Una de las actividades que me recomendaron no perderme, fue la de visitar el bosque tropical o rainforest.

Como se podrán imaginar, la oferta de actividades es bastante amplia y a uno le cuesta decidirse por la excursión. Finalmente preguntando en el hostal me recomendaron una que no debía perderme. Ibamos un grupito de unas 10 personas, en su mayoría parejas y algunos viajeros solitarios entre los que yo me encontraba.

Yéndonos hacia las afueras de Cairns, al norte, visitaríamos la zona de Daintree conocida por su bosque tropical y sus playas cercanas como Cape Tribulation o Mission Beach, esta última un lugar ideal para hacer sky diving (por lo que me contaron) lástima que me quedar sin probarlo :/

Al poco de bajarnos del coche, ya nos encontrabamos con una densa vegetación de un color verde intenso como vemos en la foto de a continuación. Siguiendo el camino marcado nos adentrábamos un poco más en el bosque…

… llegado un punto que los rayos de sol apenas pasan. Árboles muy altos, plantas de todo tipo y animalitos (que no vi, jeje) aunque te recomiendan ir protegido contra mosquitos, nunca se sabe y un poco de spray no viene mal.

Silencio absoluto, sólo el sonido de los pasos hasta llegar a… andaaa! unas mini cataratas. Y con el calor que hacía, más de uno se dio una buena duchita (yo incluido), muy relajante y como, refrescante. Tuvimos un rato para descansar y contemplar los alrededores del paisaje, dan ganas de volver a estar allí 🙂

Con el bosque tropical de Australia doy la bienvenida a un nuevo finde. Disfrútenlo allá donde estén 😉

P.D: Desear un feliz cumple a mi hermana Miriam y para todos los cumpleañeros de este día 22 de Mayo.