Enrevistado

 

¿Se acuerdan cuando les comentaba la invitación que habíamos tenido mi compañero Enrique y yo a un restaurante de comida española? de eso hace ya un par de meses, pero no ha sido hasta ahora que finalmente ha salido publicado el artículo en la revista en cuestión: Grocer & Caterer en su edición del mes de agosto.

Les había prometido algunas fotos de la comida y he podido rescatar del artículo: un poco de pulpito a la gallega y una tabla de embutidos. Como no, un pinchito de tortilla española no puede faltar y acompañado de vinito, tinto o blanco a su gusto.
 

En esta ocasión, el vino tinto fue el elegido y el más adecuado para combinar con los platos que ibamos a degustar a continuación. Y si me preguntan: ¿de dónde era? ufff… mi paladar no es tan exquisito, pero tenía buen aroma, no muy fuerte de sabor y entraba muy bien con la comida, qué más se puede pedir.

Aquí momento in fraganti, copa en la mano, echando un buchito de vinito. ¿Estaba bueno, no? 🙂
 

Y entre bocado y bocado, trago y trago, no podía faltar una buena sobremesa. En compañía de David Izquierdo que es el chef del restaurante Uno Mas, lugar donde se celebraba la degustación. No recuerdo de lo que estábamos hablando en ese momento, pero tenía que ser bastante divertido desde luego 😀
 

Una experiencia y una comida genial que tuvimos el placer de probar y compartir nuestras sensaciones con la gente de la revista que nos había invitado. ¿Se repetirán más ocasiones como ésta? Ya saben que siempre estaremos dispuestos a aportar nuestro paladar y opiniones.
 

Tengo visita

 

Hoy mismito en vuelo directo desde Japón llega mi amigo Alberto para pasar unos días en Hong Kong. Parece mentira que hayan pasado ya 4 meses desde que pasó por aquí con regalitos en mano.

En este tiempo que lleva en Japón ha estado estudiando de forma intensiva el japonés antes de ponerse de lleno en su proceso de investigación durante los próximos 2 años. Ahora bien, le toca una pausa en el aprendizaje y ha aprovechado para encontrarse con unos amigos que vienen de España y la ocasión de poder juntarme con él y hacer un viaje por China (Guilin-Yangshuo) dentro de unos días. Seguro que aprovechamos para dar algún paseo por la ciudad aunque de sobra la conozca, pero sé que le encanta 🙂

Será como en los viejos tiempos cuando pisaba por primera vez Hong Kong, disfrutando de las carreras o de pateo por la ciudad. Seguro que aprovecha para recorrer de nuevo alguna de sus calles o simplemente disfrutar de unos días de descanso. sabe que siempre es bienvenido y es una alegría que esté por aquí.
 

 

Batman

 

Este fin de semana que hemos hecho una pequeña escapada a China al pueblo de los padres de mi novia. Nos marchamos el sábado a la tarde después de comer y regresamos ayer por la tarde-noche. Lo bueno es que no está demasiado lejos, pero aún así con el trasiego del tren hasta la frontera, luego pasa inmigración y pilla otro tren, hasta finalmente el coche a la casa, es un cachito.

Lo bueno de ir esos días es que uno puede desconectar un poco. El móvil fuera que sino el roaming sale muy caro con el twitter o el correo. ¿Qué puede hacer uno entonces? pues comer, echarse una siesta, comer otra vez y entre tanto pues ver la tele un rato (en mandarín o cantonés). Anda que no fue simpático ni nada ver la peli de Señor y Señora Smith de Brad Pitt y Angelina Jolie hablando en mandarín 🙂
 

La nota simpática del fin de semana o al menos sorprendente, fue que después de darme una ducha e ir al cuarto para cambiarme de ropa, de eso que me giro y veo algo dando vueltas por la habitación. Parecía demasiado grande para ser una palomita y me doy cuenta que es… un murciélago que revoloteaba en círculos desorientado en la habitación. ¿Cómo entró? pues yo creo que igual ya estaba metido dentro del cuarto. Y no veas lo que costó sacarlo, que sino, no había quien durmiese esa noche.

¿Igual andaba buscando a Robin su compañero de aventuras? mmmm… cosas de estas no me han pasado por Hong Kong desde luego. La emoción de salir fuera desde luego.

 

Gente aleatoria

 

Como toda ciudad que se precie, tienes sus cosas buenas y malas. Algo que destacaría, es el andar de la gente. En lo que respecta a modales, la gente sabe comportarse como puede ser en una fila pero a la hora de andar «libremente» por la ciudad, las cosas cambian y diría que muchos/as no saben cómo comportarse mientras caminan.

Yo por lo general será que voy con ojos por todos lados por lo que pueda pasar a mi alrededor, pero parece que la gente de Hong Kong por lo general no tiene en cuenta su alrededor y es como si se olvidaran de que hay más gente por la calle. Entre ellos, he visto más de una vez que se tropiecen por coincidir la dirección de ambos, aunque eso le puede pasar a cualquiera. Típica es la situación en la que vamos caminando y nos «encontramos» con alguien de frente y no sabemos hacia que lado ir para esquivarlo, a veces llegado un punto que ambos se paran para ver hacia donde sale cada uno, jeje. La de veces que me habrá pasado 🙂
 

Para prevenir a los que estén sólo de paso por la ciudad, estén atentos a los cambios bruscos de dirección o frenazos en seco de los demás peatones, no les vaya a pillar por sorpresa aunque aún sabiéndolo, estas acciones pueden ser de lo más aleatorias. Yo que llevo ya un tiempo por aquí, hay veces que no dejo de sorprenderme con los «volantazos» de la gente que tengo en frente o a mis alrededores, por lo que eso de ir con mil ojos no viene de más. Yo me lo tomo con humor desde luego, porque no hago nada cogiéndome una calentura así como así pero cada uno tiene sus días, verdad?

Desde luego, no viene más al pego el título de esta entrada. Luego no digan que no les avise, porque la gente es de lo más imprevisible. Espero que se lo tomen con filosofía, porque a veces hace falta de verdad. Se los dice un «hongkonés» más.