El pasado sábado me sugirió mi novia que en vez de quedarnos por Tung Chung como solemos acostumbrar o sino irnos hasta Tsing Yi, hacer un plan distinto de sábado. Había cogido anteriormente una guagua que va directa desde Tung Chung y hasta Huang Gang en Shenzhen, un trayecto que apenas una hora se hace. Un viaje muy rápido e incluyendo el paso tanto por la inmigración de Hong Kong como la consiguiente de China. Lo mejor es poder comprar el billete de ida y vuelta que nos sale 100HK$, pudiendo coger la última guagua que sale a las 22.15 horas. Salen en intervalos de media hora desde bien tempranito en la mañana.
De primeras, iríamos a almorzar a un restaurante de comida del norte de China y luego ya por la tarde y para dar un paseo nos acercamos hasta Dongmen (東門) que es una popular zona comercial. Y allí nos dedicamos a callejear un poco viendo lo que nos podía ofrecer. A primera vista, muchas tiendas de ropa y algunas cadenas de comida rápida como KFC, McDonalds o también Ajisen Ramen; entre otras.
La gente, sin llegar a abarrotar la calle, fluye de un lado a otro. Conforme el tiempo pasa, hay momentos que hay más tráfico de gente y de repente alguna unidad de la policía irrumpe haciéndose hueco. Todo hay que decir que la zona estaba bien protegida, no obstante siempre conviene con un sexto sentido para prevenir.
Y no sólo estuvimos en la calle, sino otro de los puntos fuertes son algunos centros de tiendas con varias plantas. Lugares para estar fresquito a salvo de calor mientras se va curioseando los distintos puestos. La disposición habitual de algunos de estos sitios suele ser y que es un paraíso para ellas:
– Planta baja: productos electrónicos, fundas para móviles, dvd´s…
– 1ª planta: accesorios, bisutería, complementos, textil.
– 2ª planta: más textil, calzado…
– 3ª planta: salones de belleza, manicura y pedicura, extensiones de pelo..
A partir de esta planta ya no seguimos subiendo ya que no era de nuestro interés, además, una señora un poco insistente perseguía a mi novia para que se hiciera un tratamiento de uñas.
Mejor irnos a la planta baja y echarle un ojo a los cacharritos electrónicos. Tal que así, salí con una funda nueva para el móvil y con un protector de pantalla, al módico precio de 5 euros. La verdad que nada mal, porque en Hong Kong no conseguía encontrar aún ninguna y la que tenía fue a través de eBay, pero de una empresa de HK; curiosamente en las tiendas físicas todo lo que hay se lo reparten entre iPhone 4 y el Galazy SIII, ominpresentes.
No sabría calcular el tiempo que estuvimos, pero desde luego que uno larguito porque entre lo que mi chica iba mirando esta tiendita y la otra, ropa aquí, complemento allá. Yo mientras tanto iba a la caza de alguna wifi abierta y así entretenerme 😀 Hasta que volvimos a la calle y con ganas de tomar algo fresquito, nos acercamos a una tienda taiwanesa de té con leche.
Ni tan mal el vasito, la pena que me durase a mi tampoco y luego tuviese que robarle un poquito a mi chica. Menos mal que inicialmente sólo nos ibamos a pedir uno para compartir, pero terminamos optando por uno para cada uno.
Otro de los aspectos que me gustó, fue la comida callejera. Un sitio en especial que estaba de bote en bote (eso significaba algo) y su especialidad eran los pinchitos, tanto de ternera como de cordero y sin faltar las clásicas bolitas tipo takoyaki.
Los pinchitos estaban de vicio y de precio tirados, dos por 1 euro. Tal es así que nos quedamos con ganas de repetir, pero mejor quedarnos con hueco para más tarde.
Más que un día completo, digamos que fue como medio pero que se aprovechó bastante. Nos lo tomamos con calma paseando, viendo tiendas, comiendo en sitios nuevos y a buen precio. Parece mentira que en el tiempo que lleve en Hong Kong y quedando Shenzhen a pocos pasitos, no haya ido más veces, pero ya sabemos que es lo que pasa cuando llega el fin de semana. Uno se acomoda, prefiere moverse menos y sinceramente, no motiva el ir a Shenzhen pero creo que será de que uno le coja el gustillo.
Por lo pronto no tenemos planes inminentes de volver pero es una buena opción para desconectar de Hong Kong por uno o dos días, y quien sabe si hacer noche allí que el alojamiento es razonable para ver más de la ciudad.