A pesar de haber visitado la ciudad unas cuantas veces, creo que hasta ahora nunca había tenido la ocasión de visitarla en vísperas de estas fiestas navideñas. Obviamente, el ambiente es totalmente distinto al que uno puede encontrarse en verano. Aún recuerdo como si fuera ayer cuando llegaba hace 3 años para pasar un mes y medio en lo que sería el curso de formación previo a la beca. Los calores del verano y en el mes de agosto, hacía que la ciudad estuviera un poco más vacía de lo habitual. En cambio, todo lo contrario por estas fechas que nos ocupan, la gente en la calle disfrutando del ambiente y toda la iluminación colocada para estas fiestas.
El mismo día que llegaba de Hong Kong, habiendo dejado las cosas en el hotel junto con mi amigo Miguel Ángel, nos iríamos a pegarnos un almuerzo algo tardío. iniciaríamos un paseíto que nos haría pasar por la Puerta del Sol, donde gran cantidad de gente no quería perderse de más cerca el árbol de Navidad allí instalado.
Hacía una noche muy agradable. El cielo parcialmente azul que en poco minutos se volvería negro por completo y sólo iluminado por las luces de adornos y edificios.
Las calles están muy coloridas con adornos de varios tipos. Negocios que forman parte de la esencia de la ciudad como el conocido «Museo del Jamón», aunque a aquellas horas y después del buen almuerzo que nos habíamos dado, sólo apetecía pasear y contemplar el ambiente. Gente por todos lados, algunos coches haciendo cola y de vez en cuando alguna que otra pita de algún impaciente, el ritmo del tráfico es lento y la gente aprovecha para cruzar de un lado a otro.
Si queremos un poquito de nieve, siempre podemos recurrir a esta de tipo instantánea y adornar nuestro hogar con un toque blanquito 🙂
Ya quedan pocos días para la Navidad, el sorteo de Lotería en un par de días. Las fechas se aproximan, la gente va llegando a sus hogares de origen. Es tiempo de compartir y de reunirse. La ciudad brilla más que nunca. Ahora es tiempo de descubrir también las luces de Navidad en Tenerife, esperar a que caiga la noche después de que el sol haya brillado durante todo el día.