Cenando en Lamma

Una de las cosas que aún no había hecho desde mi llegada a Hong Kong era ir a visitar la isla de Lamma donde se puede comer marisco y bien de precio, sino que se lo pregunten a la gente de Shanghai que estuvieron por ahí.

En los muelles centrales de la isla de Hong Kong, se coge un ferry, servicio gratuito que pone uno de los restaurantes de la isla, el Rainbow. Se tarda como unos 30 minutos desde la isla de Hong Kong a Lamma. El mar no estaba muy movidito pero luego a la vuelta si que se notaba un poquito más de movimiento.

Una vez llegada a la isla, nos llevaron hasta uno de los restaurantes de la isla. Al que fuimos nosotros está en la parte este de la isla, también por la parte norte hay más restaurantes que se pueden llegar cogiendo otro ferry en los mismos muelles de Hong Kong o también desde nuevos territorios en Tsim Tsa Shui.

Como había cantidad de platos donde elegir, al final optamos por una opción más fácil e igual de acertada. Elegimos uno de los menús ya hechos donde se incluían varios platos y por un precio adecuado. Entre los platos del menú teníamos:

  • Calamares.
  • Langosta.
  • Arroz frito.
  • Vieira.
  • Verduras salteadas


Y de postre unas frutitas: melón y piña. La verdad que el menú para dos está muy completito y uno se queda muy a gusto. Así que, después de la cenita nos fuimos a dar un paseo para hacer tiempo hasta que saliera el ferry de vuelta para Hong Kong.

Había un caminito que iba bordeando la isla, no muy iluminado del todo pero suficiente. No había nadie por ningún lado, y si hubiera aparecido alguien de repente, creo que nos hubiéramos llevado un buen susto. Y es que daba un poco de cosilla con tanta oscuridad, sólo mirar la foto que me salió tan chula.

De almuerzo en el parque

Justamente, el día que me he traido la cámara a la oficina, ha sido porque el día ha amanecido muy bueno y se me ocurrió que a la hora del almuerzo, podría acercarme al Hong Kong Park, que desde la ventana de la oficina se ve, y disfrutar del calorcito del día para almorzar al aire libre.
Así que, me he dado un salto al MIX, sitio donde preparan unos batidos muy buenos, además de tener una variedad de enrolladitos de pollo, pavo… en general muy bien, un almuezo saludable. Y ya con mi comida en mano, me he dirigido al parque, me he buscado un banquito cerca del estanque y ha disfrutar del día.

Tendré que ir otro día más calma para recorrelo. Tiene una Plaza Olímpica con un monumento en medio, además de, un invernadero donde conservan diversas especies de plantas, la cascada que se ve en las fotos de arriba… Cerca del estanque, pegadito a la cascada hay un restaurante tailandés del que me han hablado bien. Será cuestión de probar un día y aprovechar para disfrutar del entorno.

Y pues entre tanto rascacielo este pedacito de naturaleza se agradece, y más en días como el de hoy especialmente cálido en comparación con días anteriores. Y es que parece que aún el frío o la lluvia se resiste a irse… es hora de primavera, a ver si me oyen los de arriba, jeje.

Por Macao (I)

Pues para terminar la semana, o lo que se dice, empezar el fin de semana, hicimos un viajecito a Macao. Nos fuimos en ferry (como el Jetfoil que teníamos entre Tenerife y Gran Canaria) para ayá y no se tarda ni 1 hora y pues la verdad que no se hace nada pesado el trayecto.

Una vez allí, el panorama es totalmente distinto a lo que hemos visto en Hong Kong. En la zona centro también hay edificios altos dígase: hoteles, casinos… pero por la zona del casco antiguo hay más casas estilo portugués (coloridas algunas), iglesias y restos de cuando la colonización. La verdad que a la vista se agradece ver un paisaje que no sea sólo de rascacielos.


Viendo la foto anterior, la verdad que parece una casa tipo mansión, pero era la casa de un gobernador o algún dirigente. Siempre, como en todos lados, está luego la zona un poco menos vistosa de la ciudad donde nos encontramos un montón de pisos juntos y con rejas en los balcones que dan la apariencia de jaulas, muy curioso…

Y bueno, entre tanto paseo de aquí para ayá, a uno le entran ganas de comer, como no. Por lo visto, la cocina de Macao es única, en el sentido de que mezcla cocina portuguesa, con algo de africana y parte de china. No sé si me habrá salido bien la explicación, en general, algo poco habitual. Lo que sí, los restaurantes no son fáciles de encontrar, están algo escondidos. Te encuentras restaurantes de comida china por todos lados, pero algo más exótico, como no te lleves una guía…

Comimos finalmente en un restaurante brasileño, una carnita y pescadito, que no estaba nada mal, para cambiar un poco de los noodles o el arrocito 🙂 Y para terminar de postre, aprovechar las famosas tartas de huevo portuguesas, un postre muy típico en Macao. Vienen a ser como un estilo a crema catalana con masa de hojaldre finita, muy buena la verdad.

Y después de reponer fuerzas, seguimos de paseo por la ciudad viendo algo más de historia, como por ejemplo: las ruinas de St Paul y la fortaleza, desde donde se divisa toda la ciudad.

Primer día

– Comida

Después de la llegada al hotel y relajarnos un poco, salimos a comer algo que ya teníamos ganitas, aunque en el avión nos han puesto una de comida, y así a lo tonto, con tantas horas sentados en su mayor parte, pues… y nada, nos decidimos a buscar un sitio por la zona. La verdad que había de todo, pero puestos a elegir para nuestra primera vez, pues buscamos un restaurante, donde nos pedimos un menú, que salía por 50 honkies, o sea como unos 5€. Habían muchos puestos por la calle, apetecibles, pero da respeto. Ya se verá si más adelante cuando estemos habituados a la vida de la ciudad.
– Ambiente
Y después de la consiguiente comida, dimos un paseo por la zona. No hay ni que decir la cantidad de tiendas que había, una detrás de otra, sobre todo de móviles, cámaras digitales… ofertas por todos lados. Se puede apreciar un poco en la foto de debajo. Ahí no eran ni las 4 de la tarde. A eso de las 6 ya casi está medio anocheciendo, y un poco antes ya se notaba una cantidad de gente por todos lados, pero sin agobio ninguno, nada que ver con Madrid, dígase el metro también. La gente muy ordenada y correcta la verdad.