Marchando cangrejo

Si hay algo por lo que destaque Singapur es su gran oferta gastronómica. Al ser un lugar donde se fusionan culturas como la malaya, china, india e indonesia, existen gran cantidad de platos y lugares para elegir.

Algo que uno no debe perderse es el famoso: Black Pepper Crab. Y buscando un poco sobre la historia de este plato nos vamos hasta el año 1959, que fue por aquel entonces en el restaurante Long Beach Seafood Restaurant, situado en la costa este, donde tuvo sus orígenes. No me digan que no tiene buena pinta 🙂

Y para no comerse el cangrejo solito, acompañado con algo de arroz blanco y unos entrantes como unas verduritas salteadas con gambas y unos calamares, pero el plato estrella: el cangrejo, aunque en esta foto lo veamos al fondo algo apartadito, el pobre.

Aunque no nos fuimos hasta el sitio original a probarlo que queda un poco fuera del centro de la ciudad, fue en el mismo Chinatown donde tuvimos la ocasión de probarlo, y no veas como lo disfrutamos. Uno se pone las manos perdidas con la salsa de pimienta negra, pero el gustazo del cangrejo es auténtico. Y de picante poco la verdad, luego con el arrocito ayuda para combinar y a la salud de una Tiger fresquita.

Ya saben, a parte de los pinchitos de satay, este Black pepper crab no debe faltar en su ruta gastronómica.

Vista 360

Recordando algunos rincones gastronómicos de la ciudad de Hong Kong, se me había pasado por alto comentar sobre el restaurante que traigo a continuación. Y fue con ocasión de mi pasado cumpleaños que mi novia me tenía reservada una sorpresa 😀

Situado en el distrito de Wan Chai en la isla de Hong Kong, cerquita de una de las salidas de metro. Para más señas, en el Hopewell Centre de la calle Queen´s Road East, planta 62 y de nombre: «Revolving 66».

La excusa es poder disfrutar de unas vistas panorámicas de la noche en la ciudad desde una posición privilegiada y diferente, sólo por eso ya merece la pena el lugar, sin duda. El restaurante da la vuelta completa en un poco menos de media hora, pero apenas se nota el movimiento, es muy leve. Divisando Central, Admiralty, Wan Chai, Causway Bay y hasta Happy Valley, muy buena panorámica.

Respecto a la comida, que eso también interesa y mucho 🙂 es tipo buffet, con lo que tenemos variedad para elegir y contentar a todos o casi todos. Pasando desde comida china (arroz frito, noodles, verduras salteadas…) comida japonesa y también más al estilo occidental.

Yo para empezar a modo de entrante, hincándole el diente a unas piezas de sushi, mmmm! Ahí me ven afanado concentrado en mi presa,ñam, ñam.

Y cuantas veces repetí? ufff, pues a ver, un par de ellas fijo, pero como se suele decir «sin prisa pero sin pausa» o con ella. Mientras ibamos disfrutando de la comida, charlando, acompañado de un vinito y un buchito de agua para que uno se refresque… se nos pasaron las horas.

Tampoco podía faltar un postre y como mini-homenaje a modo de tartita de cumpleaños :D, y a la luz de las velas, más romántico imposible, jeje 🙂

Curiosamente en el restaurante nos reunimos bastantes cumpleañer@s, bastante animado que estaba el sitio. Y hasta me cantaron el Happy Birthday, que me sacaron los colores como a muchos otros, jeje. Una forma diferente de celebrar mi cumpleaños y encima en 360º, que más se puede pedir.

Comida festivalera

Hoy día 28 de Mayo se celebra el Festival Tuen Ng o Dragon Boat Festival, (duānwǔ jié 端午節). El año pasado más o menos por estas mismas fechas contaba sobre el festival en cuestión el cual cuenta con bastante tradición.

La gente desde bien temprano habrá ido a diversos sitios de Hong Kong donde se celebran estas populares carreras de botes de dragón. Entre los sitios que me vienen a la cabeza son: Stanley (sur de la usla de HK), Shatin o Lamma Island.

Y como detrás de cada festividad china, siempre se esconde alguna comida propia de cada celebración. El plato de hoy son los: zongzi. Es lo que viene a ser como un «pastelito» de arroz relleno. El arroz no es el habitual que solemos comer por España, este es algo más pegajoso, de ahí le viene el nombre de sticky rice o glutinous rice. Su textura algo más compacta es ideal para dar forma a estos paquetitos rellenos. Podemos verlos en la foto siguiente:

Y bueno, seguro que se están preguntando de qué es el relleno… Podemos encontrarlos de: pollo, cerdo, judía roja… entre otros. El que comido yo hasta ahora tenía carnita dentro y debo decir que bastante bueno, lo que si, llena, jeje 🙂

Para aquellos que quieran conocer algo más sobre esta comida tan tradicional, haciendo uso de la gran Wikipedia, he visto que también son popukares en otros países. Por ejemplo, en Japón adoptan el nombre de chimaki. Más unirmación, aquí.

Espero que la gente disfrute hoy del festival y comparta en familia esta rica tradición. ¡Feliz Tuen Ng!

Cenando en Lamma

Una de las cosas que aún no había hecho desde mi llegada a Hong Kong era ir a visitar la isla de Lamma donde se puede comer marisco y bien de precio, sino que se lo pregunten a la gente de Shanghai que estuvieron por ahí.

En los muelles centrales de la isla de Hong Kong, se coge un ferry, servicio gratuito que pone uno de los restaurantes de la isla, el Rainbow. Se tarda como unos 30 minutos desde la isla de Hong Kong a Lamma. El mar no estaba muy movidito pero luego a la vuelta si que se notaba un poquito más de movimiento.

Una vez llegada a la isla, nos llevaron hasta uno de los restaurantes de la isla. Al que fuimos nosotros está en la parte este de la isla, también por la parte norte hay más restaurantes que se pueden llegar cogiendo otro ferry en los mismos muelles de Hong Kong o también desde nuevos territorios en Tsim Tsa Shui.

Como había cantidad de platos donde elegir, al final optamos por una opción más fácil e igual de acertada. Elegimos uno de los menús ya hechos donde se incluían varios platos y por un precio adecuado. Entre los platos del menú teníamos:

  • Calamares.
  • Langosta.
  • Arroz frito.
  • Vieira.
  • Verduras salteadas


Y de postre unas frutitas: melón y piña. La verdad que el menú para dos está muy completito y uno se queda muy a gusto. Así que, después de la cenita nos fuimos a dar un paseo para hacer tiempo hasta que saliera el ferry de vuelta para Hong Kong.

Había un caminito que iba bordeando la isla, no muy iluminado del todo pero suficiente. No había nadie por ningún lado, y si hubiera aparecido alguien de repente, creo que nos hubiéramos llevado un buen susto. Y es que daba un poco de cosilla con tanta oscuridad, sólo mirar la foto que me salió tan chula.