Cielos azules

Desde por la mañana el día nos recibe con cielos azules, y yendo de camino al trabajo es una alegría. Pasar por el parque de camino a la estación de tren y disfrutar de ese calorcito veraniego.

Y los días que me escapo a la montaña en una de las rutas cercanas. Esta panorámica del valle de Tai Po nunca pasa de moda 🙂

Pero tampoco se crean que ha sido sol a raudales desde que empezó el verano. Hemos tenido días y semanas con buenos chaparrones. Poco refrescar y como se suele decir, al final para más calor.

Días espectaculares con las vistas de la isla de Hong Kong y Kowloon (desde la planta 46 del Central Plaza)

Hasta que empieza a caer el día y parece que el sol da más tregua, con permiso de la humedad. Aún nos queda medio julio por delante y confiemos que Agosto se comporte.

De momento sólo llevamos un tifón en lo que va de temporada. A ver lo que da de sí hasta finales de Septiembre o casi entrado Octubre.

Que tengan buen finde allá donde estén.

Estamos en primavera

Como quien no quiere la cosa, ya estamos en primavera. Dejando el invierno atrás, el cual no ha sido tan frío como en años anteriores que es de agradecer. Y con las primeras lluvias en estas semanas atrás que sacan a relucir el verdor de la plantas.

El colorido en primavera

En lo que respecta a la temperatura, se nota algo más cálido pero hay días y días. Uno no se puede fiar de la previsión del tiempo, bien coges fresco o te guisas de calor.

estamos en primavera

Y qué decir del tiempo en la montaña. Por la zona que suelo ir, apenas pasas de 300m de altura se mete una neblina. Hace que el bosque se vuelva más místico si cabe. Me encanta la zona de sendero donde saqué la foto de a continuación.

En la montaña

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La calma de la montaña

Pat Sin Leng es un bello paraje en los Nuevos Territorios situado a las afueras de Tai Po y Tai Mei Tuk. Una red de senderos que nos permiten disfrutar de la calma de la montaña durante las primeras horas del día. En verano puede ser mortal cuando pega el sol y conviene ir bien hidratado, pero en cambio en otoño con cielo nublado es una gozada. Aún así, en la montaña uno nunca se debe confiar e ir preparado para lo que pueda pasar; siempre con los sentidos en alerta.

Una zona un tanto selvática en la que discurrimos por un camino empedrado con árboles a nuestro paso. Algunos de ellos cedieron ante el paso del tifón como se puede apreciar.

La primera subida de 1km y con 300+ se hace algo dura. Hay que saber dosificar fuerzas. Más adelante nos llega la recompensa en forma de llaneo aproximándonos a la zona de cresteo. Zona de roca blanca, un poco suelta y no muy técnico.

Nos desviaremos en la primera indicación a mano izquierda y luego descender por el valle que da hacia Nam Chung y una de sus sendas.

En los primeros compases del día algunas nubes y bruma que le daba un aire místico. Lejos de ello, el día de abriría unas horas más tarde. Un día soleado de otoño y disfrutando de calorcito algo atípico en estas fechas.

la calma de la montaña

Un vistazo al panorama nos permite divisar parte de Shenzhen al fondo. El conjunto de casitas en primer plano están en la zona de Kwan Tei que discurre a lo largo de la carretera de Sha Tau Kok.

Bonita ruta, ¿no les parece? y esta es tan sólo una de las opciones a nuestro alcance. Bien podemos alargar o acortar nuestro recorrido en función del tiempo y/o ganas 🙂

Empezando temprano

Cuando todos o casi todos duermen, hay otros que van empezando temprano. Al principio cuesta un poco poner el cuerpo en movimiento, pero una vez fuera rumbo a la montaña todo se pasa. Pasando de la noche al día y ser testigo de los primero rayos de sol acariciando Pat Sin Leng. Los Nuevos Territorios y su entorno privilegiado donde disfrutar de aire más puro y de la naturaleza cerca.

La toma de contacto

Salir de casa y en menos de 10 minutos ya estamos yendo escalones arriba. A poco más de 200 m de alitud las vistas ya hablan por sí solas.

empezando temprano

Por ahí abajo, las zona residencial de Wah Ming y cerquita de casa. Siguiendo hacia las montañas vamos en dirección a Tai Wo y Tai Po. Parece todo tan pequeñito pero estando cerca a la vez.

En plena montaña

Y cuando estamos ya metidos de lleno en ruta, tan sólo nosotros y la vegetación. Sentimos el calor y presintiendo que luego hará calorcito, pero estando en otoño ya es otra historia; vaya que si se nota la diferencia en cuanto a temperatura y humedad. Brisa por la mañana, menos agobios y también el tener que cargar con menos agua.

Una de mis visitas obligadas, la cima de Pak Tai To Yan (488m). Como quien dice, es llegar tocar, respirar hondo, sacar la foto y volver montaña abajo. Una buena forma de poner el cuerpo a prueba y sentir la energía de un nuevo día. Por aquel entonces, ni rastro de sueño ni cansancio. Puede que luego las piernas se resientan, pero lo bien que se queda uno subiendo hasta aquí arriba.

Una nueva rutina que empecé esta semana para sacarle el mayor provecho a cada día. Está claro que no todos los días pueda subir hasta la cima, pero si saborear un poco de montaña. Mientras otros duermen, no soy el único que vamos empezando temprano. Los días saben a más y sobre todo el desayuno más tarde 🙂