Estamos en primavera

Como quien no quiere la cosa, ya estamos en primavera. Dejando el invierno atrás, el cual no ha sido tan frío como en años anteriores que es de agradecer. Y con las primeras lluvias en estas semanas atrás que sacan a relucir el verdor de la plantas.

El colorido en primavera

En lo que respecta a la temperatura, se nota algo más cálido pero hay días y días. Uno no se puede fiar de la previsión del tiempo, bien coges fresco o te guisas de calor.

estamos en primavera

Y qué decir del tiempo en la montaña. Por la zona que suelo ir, apenas pasas de 300m de altura se mete una neblina. Hace que el bosque se vuelva más místico si cabe. Me encanta la zona de sendero donde saqué la foto de a continuación.

En la montaña

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La calma de la montaña

Pat Sin Leng es un bello paraje en los Nuevos Territorios situado a las afueras de Tai Po y Tai Mei Tuk. Una red de senderos que nos permiten disfrutar de la calma de la montaña durante las primeras horas del día. En verano puede ser mortal cuando pega el sol y conviene ir bien hidratado, pero en cambio en otoño con cielo nublado es una gozada. Aún así, en la montaña uno nunca se debe confiar e ir preparado para lo que pueda pasar; siempre con los sentidos en alerta.

Una zona un tanto selvática en la que discurrimos por un camino empedrado con árboles a nuestro paso. Algunos de ellos cedieron ante el paso del tifón como se puede apreciar.

La primera subida de 1km y con 300+ se hace algo dura. Hay que saber dosificar fuerzas. Más adelante nos llega la recompensa en forma de llaneo aproximándonos a la zona de cresteo. Zona de roca blanca, un poco suelta y no muy técnico.

Nos desviaremos en la primera indicación a mano izquierda y luego descender por el valle que da hacia Nam Chung y una de sus sendas.

En los primeros compases del día algunas nubes y bruma que le daba un aire místico. Lejos de ello, el día de abriría unas horas más tarde. Un día soleado de otoño y disfrutando de calorcito algo atípico en estas fechas.

la calma de la montaña

Un vistazo al panorama nos permite divisar parte de Shenzhen al fondo. El conjunto de casitas en primer plano están en la zona de Kwan Tei que discurre a lo largo de la carretera de Sha Tau Kok.

Bonita ruta, ¿no les parece? y esta es tan sólo una de las opciones a nuestro alcance. Bien podemos alargar o acortar nuestro recorrido en función del tiempo y/o ganas 🙂

Empezando temprano

Cuando todos o casi todos duermen, hay otros que van empezando temprano. Al principio cuesta un poco poner el cuerpo en movimiento, pero una vez fuera rumbo a la montaña todo se pasa. Pasando de la noche al día y ser testigo de los primero rayos de sol acariciando Pat Sin Leng. Los Nuevos Territorios y su entorno privilegiado donde disfrutar de aire más puro y de la naturaleza cerca.

La toma de contacto

Salir de casa y en menos de 10 minutos ya estamos yendo escalones arriba. A poco más de 200 m de alitud las vistas ya hablan por sí solas.

empezando temprano

Por ahí abajo, las zona residencial de Wah Ming y cerquita de casa. Siguiendo hacia las montañas vamos en dirección a Tai Wo y Tai Po. Parece todo tan pequeñito pero estando cerca a la vez.

En plena montaña

Y cuando estamos ya metidos de lleno en ruta, tan sólo nosotros y la vegetación. Sentimos el calor y presintiendo que luego hará calorcito, pero estando en otoño ya es otra historia; vaya que si se nota la diferencia en cuanto a temperatura y humedad. Brisa por la mañana, menos agobios y también el tener que cargar con menos agua.

Una de mis visitas obligadas, la cima de Pak Tai To Yan (488m). Como quien dice, es llegar tocar, respirar hondo, sacar la foto y volver montaña abajo. Una buena forma de poner el cuerpo a prueba y sentir la energía de un nuevo día. Por aquel entonces, ni rastro de sueño ni cansancio. Puede que luego las piernas se resientan, pero lo bien que se queda uno subiendo hasta aquí arriba.

Una nueva rutina que empecé esta semana para sacarle el mayor provecho a cada día. Está claro que no todos los días pueda subir hasta la cima, pero si saborear un poco de montaña. Mientras otros duermen, no soy el único que vamos empezando temprano. Los días saben a más y sobre todo el desayuno más tarde 🙂

El paso del tifón Mangkhut

Ya han pasado casi tres semanas desde el paso del tifón Mangkhut y la cara que presenta la ciudad se ve bien distinta. Aún así, queda trabajo por hacer para terminar de limpiar muchos de los árboles afectados.

Ante la llegada del tifón, la ciudad se había preparado bastante bien y todo el mundo estaba resguardadito en casa. Fue en la noche del sábado al domingo cuando el efecto de los vientos azotó la ciudad. Las zonas costeras y cercanas al río (como en Shatin) serían las que más afectadas se verían por la subida del nivel del agua. El azote de las olas, sótanos y paseos inundados. Y donde sí ha afectado al todo el territorio por igual: los destrozos en la vegetación. Además, algunos edificios de oficinas y residenciales con daños en sus ventanas. Vídeos virales que circulaban a toda velocidad por las redes sociales.

A la mañana siguiente éste era el aspecto que presentaba justo debajo de donde vivo. Decir que sí a pesar de notarse el soplar del viento, quizás por la orientación de nuestro piso no se notó nada en las ventanas. También tener otra hilera de edificios delante y no estar tan expuestos.

Los restos a la espera de ser recogidos después de cortar las ramas con más peligro.

el paso del tifón mangkhut

Y las zonas de paso entre los edificios con ramas pendientes aún de limpiar. Árboles pequeños y algunos bastante grandes no pudieron seguir en pie ante el poder de la naturaleza.

La cabina más próxima resistió como buenamente pudo tras impactar una rama en su techo. Por suerte no ha habido que lamentar desgracias personales y tan sólo daños materiales, aunque bastante cuantiosos. El tifón más fuerte en la historia de la ciudad desde que se empezaron a registrar.

El lunes tras el paso del tifón fue un tanto caótico en lo que al transporte se refiere. El servicio de trenes estaba interrumpido en algunos tramos (averías por caídas de árboles sobre el tendido) y las guaguas no estaban operando en su totalidad. No obstante, la gente intentó llegar hasta su lugar de trabajo dando lugar a escenas de gran colapso como en la estación de Tai Wai. Hubiera sido mucho mejor sin duda el declarar el día festivo; una de las críticas que se le ha reprochado a la jefe ejecutivo del Gobierno de la ciudad.

Así que, ese día lo pasé en casa por la imposibilidad de coger un transporte que me llevase hasta la isla de Hong Kong. La estación de Fanling y Tai Wo se habían quedado aisladas del resto de línea debido a las averías. Sin las guaguas en funcionamiento pleno, imposible llegar en un tiempo razonable. Era lo más prudente para malgastar tiempo en vano; el martes todo volvería a la calma, al menos en lo que al transporte se refiere.

La ciudad demostró un claro ejemplo de cómo se puede enfrentar ante el poder de la naturaleza y sus efectos. Las reparaciones y trabajos de limpieza siguen su curso, pero aún faltarán semanas o inclusos meses hasta tener todo en su estado normal.

Agradezco desde aquí a todos aquellos que se preocuparon por la familia y por mí para saber si estábamos bien. Sólo con decir que las niñas ese domingo se pegaron una siesta bien profunda y que ni se enteraron de los fuertes vientos. ¡Eso sí que es felicidad!

Hasta la próxima, y espero no demorarme demasiado tiempo en escribir de nuevo.