Probando aquí y allá

Ir a Japón es sinónimo de buen comer, mires por donde lo mires. Probando aquí y allá, desde el más típico sushi (a 100 yenes la unidad) hasta unos buenos fideos soba. No hace falta ir con un plan predefinido para visitar sitios, todo va saliendo.

Comiendo variado

Sushi

probando aquí y allá

Platos con arroz

Otro de mis platos preferidos es el filete de cerdo empanado con curry

Unos huevos revueltos con gamba, arroz debajo y cuenco de sopa. Esta fue la cena después de haber estado parte de la tarde de paseo por Dotonbori. Nuestra última parada de camino a casa, y de regreso con la barriguita llena.

Carne de Kobe

Una de las comidas estrella durante nuestra estancia: la carne de Kobe. El día previo habíamos gestionado la reserva en un restaurante de la misma cadena y fuimos uno que nos quedaba algo más cerca de nuestro alojamiento. Esta foto habla por sí sola. Simplicidad en la presentación, la carne y sus acompañamientos (ajo frito, wasabi, miso). Una explosión de sabores, desde el más puro que era simplemente la carne y luego combinada de tres formas distintas.

También cangrejo

Otro de los atractivos en la gastronomía de Osaka, es visitar uno de los famosos restaurante de cangrejo. Inconfundible cuando veamos un cangrejo enorme decorando la fachada del edificio. Y como éramos un grupo grande, había también que reservar. En una habitación privada tipo tatami, así que zapatos fuera y a sentarse.

Había varios menús y con distintas combinaciones. Al final pedimos un par de menús y poder probar variadito. Desde cangrejo al vapor, sashimi o preparar hotpot con unas verduritas. Fue una cena muy interesante. Pensé que me quedaría con ganas de comer pero la verdad que estuvo bastante completo.

Buena despedida

En lo que fue nuestra última comida en el aeropuerto de Kansai, dimos buena cuenta de fideos. Mi mujer pidió udon frío con tempura y sushi.

Yo en cambio me decanté por udon de curry y correspondiente filete de cerdo (cómo me gusta ehh!) Una buena ración que le sentó al cuerpo de maravilla.

¿Qué les parece la selección de platos? ¿echan alguno en falta? esta vez ni dejo hueco para el postre, jaja. Buena forma de abrir boca para empezar el fin de semana.

Volvimos a Osaka


En el aeropuerto

El segundo viaje en poco tiempo de las niñas, igual le están cogiendo gustito a esto de viajar no? si en el mes de Mayo fuimos a ver a la familia en Tenerife; esta vez nos dimos un saltito a Japón y volvimos a Osaka. Tres años ya desde la vez anterior, destino que también sirvió a modo de pequeña luna de miel. Esta vez vinimos con la familia casi al completo y con otra familia amiga, una pequeña tropa de gente 🙂

A pesar de no haber llevado conmigo la 7D, sacamos bastantes fotitos allá donde ibamos. Y en el aeropuerto como no, algunas fotos más en lo que hacíamos tiempo después de dejar las maletas en el mostrador de facturación.

Moverse con un carrito de bebés implica tener que ir buscando el acceso a los ascensores, que no siempre es tan fácil. Curioso que para acceder a la planta 3 había que buscar otro ascensor que andaba un poco más escondido.

Haciendo tiempo

El aeropuerto de Kansai parece que poco a poco se va renovando y mejorando sus instalaciones. No obstante, hay algunas zonas que tienen como un poco de aire retro jeje. Seguro que Flapy que está más curtido tendrá una visión mejor de este aeropuerto. Pero lo cierto es que no le falta de nada: buena oferta de restaurantes, aseos, duty-free y zonas de descanso.

Por suerte las niñas pudieron dormir en lo que hacíamos tiempo para ir a la puerta de embarque. Un poco de tranquilidad después de un almuerzo movidito. Listos para regresar a Hong Kong! la vuelta siempre es un poco más pesada y más aún si al día siguiente tiene uno que ir a la oficina. Tan sólo poco más de 3 horas de avión y estaremos de vuelta; coger un taxi con todos los bártulos y para casa.

Volveremos, seguro

Gracias Osaka por hacernos pasar unos días agradables, aunque calurosos. Paseamos, comimos, compramos y turisteamos un poquito. No dudo que volveremos en el futuro, bien para explorar algo más la ciudad o como base de operaciones para movernos por otras ciudades de la zona. Nos encanta Japón y siempre nos quedamos con ganas de más, tantos sitios aún por visitar 🙂

Momento del bocata

De buena mañana y. sin haber desayunado aún. Toca coger un vuelo que nos llevará de Ho Chi Minh hasta Dalat. Hay que buscar algo de comida después de haber facturado y nuestra tarjeta de embarque en mano.

El banh-mi

En un país como Vietnam donde los famosos banh-mi están en todas las esquinas, en el aeropuerto no podía ser menos. Es el momento del bocata y con su correspondiente bebida para acompañar.

Momento de la primera decisión importante del día ¿pollo teriyaki? ¿cerdo? ¿salchicha?

Momento del bocata
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Explorando lo local

Seguro que muchos estaban esperando con ganas que publicase cositas de Vietnam. Los recuerdos aún están frescos y es mejor no dejarlo pasar mucho tiempo. Si hay algo que me gusta más de un viaje, por corto que pueda ser, es disfrutar explorando lo local. Recorrer las calles, mezclarse con la gente, el tráfico y los puestos de la calle. En esta ocasión recorriendo la ciudad de Dalat.

En Vietnam, al igual que en otros países del sudeste asiático, se puede encontrar comida en casi cualquier esquina y a precios muy baratos. Un ejemplo, unos cocos. ¿El precio? 20.000 VND o lo que vienen siendo 70 céntimos de euro.

Puestos improvisados. Basta con poner una manta, el producto expuesto y una balanza. Ahora sólo queda esperar a que vayan llegando los clientes.

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