El tren rápido ya está aquí

Uno de los proyectos más sonados en los últimos años y que tampoco ha estado exento de polémica. Y es que, el tren rápido ya está aquí! una realidad desde que la semana pasada empezó a operar. Han sido años de obras, retrasos y sobrecostes. ¿Ha merecido la pena? se preguntarán muchos. A algunos de los viajeros no les importó hacer un poco de cola para hacerse con los primeros billetes del recién estrenado trayecto.

El trayecto

Desde la estación de Kowloon partimos en dirección a Shenzhen y luego por la extensa red del resto del continente. China en los últimos años ha puesto especial énfasis en desarrollar muchas infraestructuras de su red viaria. Doy fe que los trenes en China son bastante cómodos y los horarios se cumplen bastante bien; a no ser que sea un festivo nacional que se colapsen las estaciones.

el tren rápido ya está aquí

Aquí tenemos un mapa que nos nuestra la conexión desde Hong Kong hasta Guangzhou. Un trayecto que hasta ahora se hacía con el antiguo KCR desde Hung Hom en 2horas y media de viaje. Con el tren rápido, el trayecto tan sólo nos llevará 40 minutos. Bueno, eso sin contar desplazamientos previos, inmigración… lo típico. Lo que se dice el puerta a puerta. No obstante, se gana en rapidez y comodidad entre estas dos ciudades. La gente que suela realizar viajes de negocios en la región del Delta del Río Perla está de enhorabuena.

Mapa sacado de China Discovery

Primeras sensaciones

De momento no se pueden sacar conclusiones rápidas puesto que lleva poco tiempo funcionando. Será cuestión de tiempo que la gente se adapte y opte por usar más veces el tren rápido. El hub de transporte de la estación de Kowloon se volverá algo más movidito a partir de ahora. Bueno para los comercios de la zona aunque los residentes tengan su pero. Por el bien de la economía y los negocios, otra alternativa de transporte en marcha.

Muchos se lo pensarán en vez de estar yendo hasta la frontera con Lo Wu, o bien vía Hung Hom o incluso hasta en avión. El periódico SCMP quiso hacer una particular carrera para ver quién llegaba antes, vean qué fue lo que pasó

Ahora tan sólo me queda probar la experiencia si se presentase la ocasión. Seguiremos informando sobre el tren rápido en una próxima entrega.

Empezando temprano

Cuando todos o casi todos duermen, hay otros que van empezando temprano. Al principio cuesta un poco poner el cuerpo en movimiento, pero una vez fuera rumbo a la montaña todo se pasa. Pasando de la noche al día y ser testigo de los primero rayos de sol acariciando Pat Sin Leng. Los Nuevos Territorios y su entorno privilegiado donde disfrutar de aire más puro y de la naturaleza cerca.

La toma de contacto

Salir de casa y en menos de 10 minutos ya estamos yendo escalones arriba. A poco más de 200 m de alitud las vistas ya hablan por sí solas.

empezando temprano

Por ahí abajo, las zona residencial de Wah Ming y cerquita de casa. Siguiendo hacia las montañas vamos en dirección a Tai Wo y Tai Po. Parece todo tan pequeñito pero estando cerca a la vez.

En plena montaña

Y cuando estamos ya metidos de lleno en ruta, tan sólo nosotros y la vegetación. Sentimos el calor y presintiendo que luego hará calorcito, pero estando en otoño ya es otra historia; vaya que si se nota la diferencia en cuanto a temperatura y humedad. Brisa por la mañana, menos agobios y también el tener que cargar con menos agua.

Una de mis visitas obligadas, la cima de Pak Tai To Yan (488m). Como quien dice, es llegar tocar, respirar hondo, sacar la foto y volver montaña abajo. Una buena forma de poner el cuerpo a prueba y sentir la energía de un nuevo día. Por aquel entonces, ni rastro de sueño ni cansancio. Puede que luego las piernas se resientan, pero lo bien que se queda uno subiendo hasta aquí arriba.

Una nueva rutina que empecé esta semana para sacarle el mayor provecho a cada día. Está claro que no todos los días pueda subir hasta la cima, pero si saborear un poco de montaña. Mientras otros duermen, no soy el único que vamos empezando temprano. Los días saben a más y sobre todo el desayuno más tarde 🙂

El paso del tifón Mangkhut

Ya han pasado casi tres semanas desde el paso del tifón Mangkhut y la cara que presenta la ciudad se ve bien distinta. Aún así, queda trabajo por hacer para terminar de limpiar muchos de los árboles afectados.

Ante la llegada del tifón, la ciudad se había preparado bastante bien y todo el mundo estaba resguardadito en casa. Fue en la noche del sábado al domingo cuando el efecto de los vientos azotó la ciudad. Las zonas costeras y cercanas al río (como en Shatin) serían las que más afectadas se verían por la subida del nivel del agua. El azote de las olas, sótanos y paseos inundados. Y donde sí ha afectado al todo el territorio por igual: los destrozos en la vegetación. Además, algunos edificios de oficinas y residenciales con daños en sus ventanas. Vídeos virales que circulaban a toda velocidad por las redes sociales.

A la mañana siguiente éste era el aspecto que presentaba justo debajo de donde vivo. Decir que sí a pesar de notarse el soplar del viento, quizás por la orientación de nuestro piso no se notó nada en las ventanas. También tener otra hilera de edificios delante y no estar tan expuestos.

Los restos a la espera de ser recogidos después de cortar las ramas con más peligro.

el paso del tifón mangkhut

Y las zonas de paso entre los edificios con ramas pendientes aún de limpiar. Árboles pequeños y algunos bastante grandes no pudieron seguir en pie ante el poder de la naturaleza.

La cabina más próxima resistió como buenamente pudo tras impactar una rama en su techo. Por suerte no ha habido que lamentar desgracias personales y tan sólo daños materiales, aunque bastante cuantiosos. El tifón más fuerte en la historia de la ciudad desde que se empezaron a registrar.

El lunes tras el paso del tifón fue un tanto caótico en lo que al transporte se refiere. El servicio de trenes estaba interrumpido en algunos tramos (averías por caídas de árboles sobre el tendido) y las guaguas no estaban operando en su totalidad. No obstante, la gente intentó llegar hasta su lugar de trabajo dando lugar a escenas de gran colapso como en la estación de Tai Wai. Hubiera sido mucho mejor sin duda el declarar el día festivo; una de las críticas que se le ha reprochado a la jefe ejecutivo del Gobierno de la ciudad.

Así que, ese día lo pasé en casa por la imposibilidad de coger un transporte que me llevase hasta la isla de Hong Kong. La estación de Fanling y Tai Wo se habían quedado aisladas del resto de línea debido a las averías. Sin las guaguas en funcionamiento pleno, imposible llegar en un tiempo razonable. Era lo más prudente para malgastar tiempo en vano; el martes todo volvería a la calma, al menos en lo que al transporte se refiere.

La ciudad demostró un claro ejemplo de cómo se puede enfrentar ante el poder de la naturaleza y sus efectos. Las reparaciones y trabajos de limpieza siguen su curso, pero aún faltarán semanas o inclusos meses hasta tener todo en su estado normal.

Agradezco desde aquí a todos aquellos que se preocuparon por la familia y por mí para saber si estábamos bien. Sólo con decir que las niñas ese domingo se pegaron una siesta bien profunda y que ni se enteraron de los fuertes vientos. ¡Eso sí que es felicidad!

Hasta la próxima, y espero no demorarme demasiado tiempo en escribir de nuevo.

Y eso que se pone a llover

Si no me falla la memoria, este verano es uno de los que más ha llovido con diferencia. Por suerte, en lo que respecta a tifones estamos teniendo pocos. Justamente ayer que salí a correr y eso que se pone a llover en cuestión de minutos. Correr con lluvia es una sensación única y más cuando hay esa humedad en el ambiente. Estaba llegando a la cima de Victoria Peak, con algo de bruma. Después sólo me quedaba realizar el descenso, la parte divertida de la ruta.

Es una pasada el poder salir por los alrededores, empezar a subir y encontrarse en medio de la naturaleza. Algunos trozos de camino empinado pero que merece la pena. Y en el día de ayer, pocas vistas desde el mirador (para otro día).

El olor a la tierra mojada, el verde de las plantas resaltando y el sonido de las gotas de luvia. Una sensación de tranquilidad y además refrescante.

Agua fluyendo

Al principio penseé que sería lluvia suavita, pero se fue intensificando. Se podrán imaginar como a los pocos minutos el agua corría montaña abajo. Pasando por uno de los caminos, el agua rebosaba las piedras y seguía a gran velocidad. El camino invitaba a deslizarse cual tobogán, pero tranquilos que era seguro para pasar.

y eso que se pone a llover

Este camino en concreto se llama «Hospital Path» que conecta Severn Road con Barker Road.

Las canalizaciones estaban a plena capacidad y era inevitable que se desbordasen. Menudo torrente de agua. Y sí, mis tenis estaban totalmente calados de agua pero yo tan a gustito.

Seguiremos con lluvia

Los días de lluvia aún no se acabarán mientras dure el verano. El sol lucirá algún día que otro si se lo permiten claro. Lo dicho, que está siendo un verano bastante atípico pero agua que viene bien para llenar las presas. Se podrán imaginar que luego se pone la humedad por las nubes y se nota el ambiente cargadito.

Para salir a correr me viene la mar de bien, sobre todo en los tramos donde el sol suele ser justiciero. A veces es mejor tirar para la montaña que se está mejor rodeado de verde; y si la bruma lo permite, las vistas son mucho mejores.