Pi..erre

Uno que está acostumbrado a las raciones más abundandes, es un contraste cuando uno experimenta yendo a un restaurante de estas características. Un tipo de cocina más creativo, de estilo minimalista pero que de vez en cuando merece la pena probar y más en ocasiones como la que nos ocupaba: mi cumpleaños. De la visita al restaurante Pierre hace unas dos semanas, pero aún recuerdo lo mucho que disfrutamos de ese almuerzo mi novia y yo.

A modo de aperitivo nos trajeron este plato que ven a continuación, y la verdad no me pregunten por los nombres o sus ingredientes porque se me fueron de la cabeza. Creo que para la próxima debiera anotarlo, jeje. Así a simple vista, ¿qué les inspira?

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No podía faltar un poquito de pan calentito para acompañar.

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Aquí tenemos el entrante que era un plato sobre lo frío. Un poquito de coliflor y bajo esas láminas de rabanitos, como una especie de tartar y que iba muy bien con la salsita que vemos al lado.

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Ya sé que en la foto no se va a apreciar mucho, pero ¿me creerán si les digo que lo que había en el plato era cordero? aunque si ven al fondo pueden ver una chuletita. Lo del plato era la parte del hombro, con una salsita que incluía piñones junto con unas hojitas de menta. La carne estaba soberbia, súper tierna y de un sabor, que me dejó sin palabras (sin exagerar). Hacía tiempo que no comía un plato con cordero tan bueno. Ciertamente hice bien eligiendo ese plato. Y al igual que yo, mi novia también pidió un plato de carne y en concreto un solomillo de ternera, y también con la carne al punto, mantequilla pura.

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Muy buen detalle que tuvieron a la hora de traer el postre y colorar en letra de chocolate las felicitaciones de cumpleaños. Este postre en concreto era una panacotta con café, disitinta a la tradicional que suele ser con frutas, original y bastante buena.

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Para despedirnos y cerrar el almuerzo, nada mejor que un buen capuccino. Muy espumoso y con buen aroma, perfecto. Además acompañado con una galletita de almendras que me había reservado de cuando justo antes trajeron los postres.

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¿Y dónde ubicado Pierre? Justamente está en la planta 19 del hotel Mandarin Oriental en la isla de Hong Kong, distrito Central. Un hotel muy céntrico y que no tiene pérdida, de los clásicos en la ciudad pero con mucho encanto. Célebre tambien por su pastelería o la hora del té. Sitio especial, para una ocasión especial 🙂

Sitio amigo

Para contar cómo descubrí este sitio, tendría que remontarme un par de años atrás, hay que ver cómo pasa el tiempo. Era por aquel entonces cuando la zona de Mongkok de la que suelo hablar de vez en cuando, era un elemento presente en mi día a día. Viviendo a pocos minutos de la zona, teniendo el mercadillo cerca, con tiendas y sobre todo restaurantes o cafés.

Era habitual que después de salir del gimnasio y con pocas ganas de llegar a casa para hacer de cenar, solíamos optar por ir a uno de los restaurantes cercanos y entre ellos estaba este café taiwanés llamado Bo Dao. Un sitio no demasiado grande pero con el espacio bastante bien aprovechado. Mesitas con taburetes de madera y capacidad como máximo 4 personas. Menú basado en fideos, arroz, aperitivos y buena variedad de bebidas tanto frías como calientes; una de sus especialidades el té con leche.

El ambiente es muy dinámico y no hay tiempo que perder con los pedidos de los clientes. Por la ventanita donde está la cocina los platos entran y salen mientras la gente espera su comida, cuestión de poco tiempo por lo general a no ser que esté demasiado a tope. Un servicio eficiente y con una relación calidad / precio más que razonable. Así es como casi solíamos visitar el sitio una vez a la semana o en semanas alternas, pero todo cambió cuando nos mudamos de los alrededores y la frecuencia disminuyó.

Una cosa que aprecié bastante es que entre la gente que allí trabaja, había un chico y una chica que se percataron cuando solíamos ir, habiendo veces que iba sólo y les extrañó no verme con mi chica. Puede que pasasen algunos meses hasta la próxima visita pero al entrar por la puerta siempre se acordaban de mi y me recibían con una sonrisa. Sólo por eso, volver al sitio ya tenía más sentido.

Respecto a la comida, había un par de platos que siempre solía pedir, eran mis platos estrella. Un arroz con pollo y salsa de tomate o bien con salsa de carne, que no es que sea nada del otro mundo pero son de esas cosas simples que a uno le hacen feliz, y eso acompañado de un té de jazmín con leche.

Sin duda, las mejores horas para ir son al mediodía o sino a media tarde, pero cualquier momento es bueno si estamos con ganas de comer algo. Si quieren encontrarlo tan sólo tienen que dirigirse a una de las calle perpendiculares a Sai Yeung Choi, concretamente Soy Street, que seguro alguna historia tiene asociada a su nombre (tendría que investigarlo, jeje). Por cierto, curioso el nombre que muestra en Google Maps, pero para mi seguirá siendo Bo Dao 🙂


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Nocturno

No valen las excusas aunque el tiempo esté más fresco y no apetezca tanto salir a correr, a pesar de tener la opción del gimnasio, nada como estar al aire libre. Tung Chung es un sitio genial con cantidad de espacio y eso se agradece. De momento parece que el madrugar me está costando con lo que sólo queda ir por la noche después del trabajo, bien sea antes de cenar o luego un pelín más tarde. Coger el hábito de ir varias veces por semana e ir probando varios recorridos, y tirar pa’lante.

Ayer fue una noche con ligeras gotitas de lluvia pero agradable, pues así refrescaba una vez había arrancado a sudar. Con poca sensación de humedad en el ambiente. En comparación con días anteriores parecía que había menos gente de lo habitual, bien sea corriendo o en bicicleta también.

El recorrido que suelo hacer es partiendo desde casa y en dirección al final de la calle donde vivo pasando el siguiente bloque de edificios, media vuelta y hacia la zona donde está el teleférico y con vistas al aeropuerto, zona muy tranquila y donde te puedes encontrar alguna gente pescando. De ahí se puede coger unos subterráneos que llevan hasta la zona alta y así no tener que pisar la calle, está genial.

En modo preparación de cara a la medía maratón de la ciudad el próximo 24 de febrero. ¡Vamos a por ello!

Con la música

Si el mes pasado hacía una recomendación del blog de Adolfo, en esta ocasión quiero acercarles al autor de otro blog que habla sobre sus experiencias y cómo transcurre su vida en la ciudad. Se trata de Adrián que lleva un poco más de 2 años en Hong Kong, profesor de música y le encanta viajar además de descubrir los rincones de la ciudad dándole su enfoque personal.

Su blog se llama «Blogcasting live from Hong Kong«

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Curiosamente al igual que Adolfo, contactamos a través de mi blog y hay que ver cómo pasa el tiempo que desde que llegase dijimos de quedar para vernos y hasta que por fin este pasado fin de semana tuvimos ocasión, ya era hora 🙂 Fue un buen encuentro junto con otros chicos paisanos suyos. Ahh, que no había dicho de donde era: Asturias. Pues en la barbacoa eran tres juntos, curioso.

Lo importante es que no vuelva a pasar demasiado tiempo hasta la próxima vez que volvamos a quedar. Justo hoy mismo acabo de quedar con Adrián y charlar un rato después del trabajo.
No le pierdan la pista a su blog!