Sábado de paseo

Las niñas le han cogido el gustito a eso de salir de paseo; es ponerlas en el cochecito y se les dibuja una sonrisa. A veces es a dar una vuelta por el parque cerca de casa o en otras ocasiones nops vamos un poquito más lejos, así hay variedad. Qué menos que siendo fin de semana y en la comodidad del cochecito: toca sábado de paseo. Ellas se entretienen mirando a su alrededor y también pueden echarse un sueñecito en lo que llegamos a nuestro destino.

Con las preparaciones previas para que no falte de nada en el trayecto, ya comiditas y tener las cosas para una posterior comida. Salimos de casa y hasta la estación de metro, parece que el calor no aprieta demasiado y después del paseito, ya estamos en el vagón del tren. Nos vamos hasta Kowloon Tong, al centro comercial de Festival Walk. Sitio amplio en el que poder pasear y almorzar algo, y luego de paso dar un vistazo a las tiendas que igual tienen algunas rebajitas y poder comprarles algo de ropita.

 

sábado del paseo

Lo primero es lo primero, y nos toca hacer la paradita de turno para almorzar. Con suerte en el sitio al que vamos no tenemos que esperar y nos consiguen rápido una mesa, además es un sitio bastante popular para llevar a los peques y la comida está bastante buena (en el Dan Ryan’s). No se crean que tan sólo pedimos una ensaladita, luego vendría el plato principal pero las niñas requerían nuestra atención, ellas también estaban reclamando su biberón 🙂

Todo hay que decirlo, y es que estando en el restaurante se portaron muy bien. En lo que nos alternábamos para darle el biberón y luego si se dormían para ponerlas en el cochecito. Le vamos cogiendo práctica y entre medias vamos comiendo, primero uno y luego el otro.

Y para cerrar la salida, un café que un servidor iba necesitando bastante. La noche anterior fue un poquito dura y apenas pude dormir, confiando que la noche del sábado al domingo fuese algo más llevadera con el permiso de ellas, jeje.

Está claro que no todo va a ser ir de mall en mall, pero es una facilidad tenerlos bien comunicados con la línea del metro. Ellas contentitas que las lleven, ver gente y cosas nuevas mientras que no pasan demasiado calor. Las mantitas que no falten, que el aire acondicionado ya sabemos cómo se las gasta.

¡Hasta un próximo paseo!

Vistas desde el hospital

Seguro que aún no les comenté cuál fue el hospital en el que nacieron nuestras hijas. Se trata del Prince of Wales situado en la zona de Shatin. Lo que se dice cerca, cerca no está de casa pero teníamos buenas referencias respecto al trato recibido para embarazos y recién nacidos. Y como nuestro caso fue un poco más especial aún, no podíamos haber estado en mejores manos.

La de veces que lo habremos visitado durante las revisiones y posteriormente al nacimiento. Ahora ya sólo se trata de forma más puntual para algunas revisiones de rutina y poco más, no obstante hubo alguna vez que tuvimos que hacer noche para hacer seguimiento de un tratamiento.

Todo hay que decirlo, las vistas desde el hospital no están nada mal y quieras que no se agradece durante las horas de espera que pasamos en él. Muy cerquita del mismo se encuentra la estación de City One y la zona de viviendas del mismo nombre. Un núcleo de población que ha crecido bastante y con la red de metro se encuentra muy bien comunicada. Y también hay un parque, justo a la izquierda de la foto (que aún no he visitado).

vistas desde el hospital

Da gusto en los días soleados con el cielo azul y las montañas al fondo. Un poco más al norte y a unos 20 minutos en taxi está nuestra casa en Fanling. Con el transporte público entre tren y minibus son 45 minutos que tampoco está nada mal.

Esta foto fue justamente en la última estancia que tuvimos, un día en el que la metereología fue bastante cambiante. Si bien saqué la foto cuando recién estaba lloviendo, al rato más tarde las nubes se fueron moviendo y dejando los cielos despejados con el sol brillando como en días anteriores.

El ir al hospital no tiene por qué ser algo malo, tiene sus notas buenas cuando vamos a visitar a amigos y/o familiares y si tienen vistas en la habitación como estas seguro que lo agradecen. Dejando el verano aparcado hasta el año que viene, si que es las temperaturas bajan para dar la bienvenida al recién estrenado otoño 🙂

¡Buen finde a todos!

Los límites de la ciudad

Creo que no me había topado antes con una señal como esta que como su propia inscripción dice, indica los límites de la ciudad. Y no es que estemos al norte delimitando con China continental, sino en la mismísima isla de Hong Kong. Parece ser que por aquel entonces estas marcas físicas delimitaban la ciudad de Victoria y habían varias de ellas en distintos puntos como en el caso que nos ocupa de Bowen Road. También en Wong Nai Chung, Pok Fu Lam o también en Old Peak Road.

No es la primera vez que he pasado por Bowen Road, un sitio muy popular para hacerse unos buenos kilómetros corriendo o paseando, pero sería que he ido distraido y no caí en esta marca.

los límites de la ciudad

Así lucía la ciudad de Victoria en el año 1850. En la bahía no cesaba la actividad de los barcos, el puerto era el motor que impulsó la ciudad.

 

La ciudad se encontraba estructurada de cuatro wans: Sai Wan, Sheung Wan, Chung Wan (actual Central) y Ha Wan (Wan Chai). Y a su vez habían nueve distritos o yeuks.

Las marcas de piedra iban desde la zona de Causeway Bay y hasta Kennedy Town. Un elemento que forma parte de la historia de la ciudad y que seguro a los más curiosos les llamará la atención cuando las vean. Googlear un poquito y conocer el pasado de la ciudad Victoria. Nombre que se estableció en 1843 en honor a la reina Victoria.

Tiempos en los que la colonia británica estaba en todo su esplendor y poco a poco el territorio se fue transformando en un puerto poderoso. La ciudad de Hong Kong cogía forma, y se hacía como referente en el sudeste asiático. Muchos cambios, tensiones, guerra de por medio y el esplendor económico que le ha llevado a convertirse en uno de los centros financieros con más importancia del planeta.

 

Llegaron los mooncakes

Un año más la llegada del festival de Medio Otoño es casi inminente. Esta vez será durante la primera semana del mes de Octubre y pillando cerquita de la celebración del día Nacional de China. Promete ser una semana bastante tranquila porque seguro que mucha gente aprovechará para hacer un puente. Y en China directamente se cogen la semana completa, a lo grande.

Los mooncakes son sin duda uno de los protagonistas durantes las fechas. Es de lo primerito que uno empieza a ver anunciado cuando aún faltan casi 3 meses para las celebraciones. La publicidad va dejando su huella para que la gente no se olvide de ir reservando sus favoritos; y es que como todo, hay mooncakes y mooncakes.

Mooncake de yema

En la foto siguiente tenemos uno de la variedad de yema de huevo y concretamente del hotel Langham, que parece ser tienen bastante fama. Mi mujer pudo conseguir a tiempo una cajita para probarlos, y todo hay que decirlo no nos resultó algo tan excepcional. Creo que tiene más atractivo por cómo vienen presentados que por el sabor en sí, pero no nos engañemos porque hay mooncakes muy, muy ricos.

llegaron los mooncakes

De momento el nivel de mooncakes se conserva a buen ritmo, que tampoco es cuestión de atiborrarse. Ya lo decía en su momento, son como el turrón aunque lleguen unos meses antes. Deseados por muchos, pequeños y grandes, y un buen elemento para compartir entre amigos, familiares y compañeros de oficina.

¿Han tenido ocasión de probar mooncakes? y si es así, cuál es el que les haya gustado más. Las tradicionales de pasta de loto, almendras o bien esta de huevo. Luego tenemos los refrigerados que vienen rellenos de sabores varios como té verde, fresa, mango, chocolate, judía roja… la verdad que han sabido ir diversificando los sabores para que la gente no caiga en el aburrimiento y de paso fomentar las ventas con variantes novedosas.