¡Ding ding!

 

Dentro de los diversos medios de transporte que podemos usar para recorrer el territorio hongkonés, tanto por mar embarcados en el Star Ferry o bien por tierra. En su momento hablaba sobre el tranvía que nos lleva hasta el pico Victoria para contemplar la ciudad hasta donde alcanza la vista. Hoy hablamos de otro con mucha historia y que cruza a diario las calles de la isla de Hong Kong.

Allá por el año 1904 es cuando inicia su servicio y mucho o poco ha cambiado hasta nuestros días. Con las mejoras en la tecnología, el tranvía ha ido pasando por diversas fases de modernización hasta la última de sus generaciones que data del año 2000 y que cuenta con estructura de aluminio y bordes más redondeados. Las ventanillas son fijas, ya que por lo general en otros modelos actuales se pueden subir o bajar, especialmente útil cuando el calor aprieta, pero con el riesgo añadido de que la gente saque los brazos por ellas. Todo lo que es seguridad en el transporte público es bienvenido.

Otra de las ventajas de este transporte es que representa un muy buen escaparate publicitario para cualquier empresa. En su estructura podemos ver anuncios de lo más diverso: bancos, exposiciones, ropa y/o calzado, perfumes… todo lo que sea anunciable 🙂 Y el efecto que crea es bastante llamativo, hay diseños bastante currados, y desde luego no pasan desapercibidos ante la cantidad de ojos por los que pasa cada día.
 

Como no, en tiempos de Mundial de Fútbol no podía faltar uno de los títulos de Electronic Arts (Vamos España en la final del domingo)
 

Se preguntarán, ¿y el título de esta entrada? pues es del sonido de la campanita que hace sonar el conductor para avisar de su presencia en la carretera, aunque también cuenta con una bocina en toda regla. Ding ding es el nombre más cariñoso por el que la gente conoce al tranvía y que viene del nombre chino que suena parecido.

Y su precio es más que económico: 2,2 HKD (22 céntimos de € aprox.) independiente del trayecto que hagamos, de ahí que sea tan popular el uso del mismo. Eso sí, si vamos con calma, porque de lo contrario puede llegar a resultar un poco lento y el ambiente apretado en las horas puntas sobre todo.

Para conocer un poco más de su historia -> HK Tramways
 

Expendedora de…

 

Si un día les comentaba que me encontraba esta curiosa máquina expendedora. Nuevamente, en otra de las estaciones de tren pero esta vez en la de «Mongkok Este», me llamaba la atención el interior y como pueden observar en la foto, no puede faltar el lector para tarjeta Octopus correspondiente que sin duda, si quisiéramos hacernos con alguno de estos productos nos evitar «cargar» con el efectivo.
 

Si nos fijamos un poco más cerca podemos ver que uno de los productos que contiene son: fundas para Iphone/Ipod, además de, auriculares. Bueno y de precio, 280 HKD (30 €) que no es barato desde luego, ya serán de buena calidad.
 

Curiosamente, cuando hice el viaje de Tenerife hace apenas un par de meses, al pasar por Londres en el camino, me acuerdo de haberme encontrado con una máquina parecida (estación de Victoria) en la que poder comprar desde unos auriculares, pasando por memorias USB o tarjetas SD para nuestra cámara de fotos. Desde luego que si nos viéramos que estamos faltos de espacio para seguir sacando fotos, nos sacaría del apuro, no?

Quizás el caso de las fundas para Iphone/Ipod, sería cuestionable si sería un éxito el tener en estas máquinas expendedoras. Quien sabe, con la población de la ciudad y el constante movimiento de personas en una estación de tren como esta, seguro que más de alguno/a cae en la tentación de comprar.

 

Nuevo puente

 

Una de las obras de ingeniería más recientes en el panorama de la ciudad es: Stonecutters Bridge. Situado al Noroeste en la zona de Tsing Yi, de bastante actividad marítima y parte de una de las vías de comunicación hacia el centro de la ciudad. Su construcción fue iniciada en el año 2004 y quedó terminado a finales del año pasado, siendo en el mes de diciembre cuando se abriese para su uso al público. Con una longitud de 1596 metros y debido a su estructura colgante de cables de acero, lo que lo hace el segundo puente más largo del mundo en su categoría, siendo un total de 1064 metros los que se suspenden sobre el mar.

Sus dos pilares se elevan hasta una altura de 298 metros, nada despreciable y a la altura de algunos de los rascacielos más imponentes de la ciudad. Dichos pilares llevan colocados luces LED de arriba a abajo, haciendo que la estructura de noche se vea más elegante y también que pueda ser distinguida sin problema.

Impresionante panorámica del puente en plena construcción con la isla de Hong Kong al fondo.
 
Puente en construcción

Recomiendo que si puedan vean este documental (de 5 partes) en el que se cuenta un poco sobre la construcción de dicho puente y algunas de las dificultades que tuvieron durante el laborioso proceso, que parece fácil pero conlleva su complejidad especialmente por el intenso tráfico marítimo existente en la zona.
 

Para los enamorados/as de las construcciones como estas, seguro que disfrutan del vídeo. Y en verdad es para maravillarse con construcciones como estas, no? que desafían a la capacidad del ser humano y ayudan a agudizar el ingenio antes las situaciones difíciles.
 

El junco

 

En alguna película de Bruce Lee, se me viene a la cabeza la de Operación Dragón, habremos visto algunos de estos barquitos cruzando de un lado a otro la bahía de Hong Kong. Se trata de los tradicionales juncos, originarios de la dinastía Han (206 A.C – 220 D.C) y que han perdurado con el paso del tiempo mejorándose desde sus inicios. Eran usados para viajes de largo recorrido por Asia, y principalmente en la zona de Sureste (India y China). Puede que por aquí sea de los pocos sitios en los que se siguen viendo, lo que le da un toque especial.

Aunque ahora el uso que se le da no es tanto de transporte de mercancías como antes, sino más bien enfocados como barcos con uso recreativo. Especialmente en la época veraniega, un plan de lo más habitual es ir de «junk trip o boat trip«, aunque los barcos no suelen ser de este estilo tradicional sino algo más modernos, pero el propósito es el mismo: pasar un día a lo grande en el mar, playita, deportes acuáticos.

Volviendo al tema que nos ocupa, comentar que el mas conocido o digamos el más significativo es el Aqua Luna, que recorre las aguas de la bahia por la noche pudiendo disfrutar de un agradable paseo tomando algo con el marco incomparable del skyline hongkones. Aunque también cabe la posibilidad de realizar otras travesías a la luz del día o bien reservar el barco para alguna fiesta privada, no es mal plan verdad?
 

Una muy buena opción para disfrutar la noche en la ciudad y como no, sorprender a nuestros visitantes cuando estén de paso. Seguro que se llevan un grato recuerdo.