Kiosquito

 

Al más puro estilo playero nos podemos encontrar en distintos puntos de la ciudad kiosquitos como estos, ofreciendo todo tipo de refrigerios perfectos para combatir el calor. Ciertamente la publicidad que tiene me recuerda a los helados Kalise, qué recuerdos del verano 🙂

A pesar de que se trate de un kiosko móvil, doy fe que poco se mueve durante la semana porque siempre que paso por allí de camino a Central a hacer algunas diligencias, ahí están al pie del cañón. Aunque eso no quita para que puedan trasladarse a otra esquinita, pero es la suya sin duda.
 
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Éste en concreto se encuentra justo en frente de la tienda de Chanel, un lugar por el que a diario pasa mucha gente de camino al trabajo o a la hora del almuerzo. Fácil para comprar alguna botellita de agua, refresco; también, helados, empiezan a apetecer bastante.

Mañana daremos la bienvenida a un nuevo mes y en unas semanas a la estación estival. No dejar de comprar en el kioskito más cercano que tengamos, beneficiamos al pequeño comerciante frente a las todopoderosas cadenas de supermercados, ya que, tan sólo unas pocas son las que controlan el mercado.

Mantenerse hidratados o darse un caprichito para el cuerpo.

 

En Tosca

 

El pasado miércoles nos acercamos mi novia y yo hasta el ICC que queda justo encima de la estación de metro de Kowloon, a los pies del centro comercial Elements. Como hacía un tiempito que no salíamos a cenar algo especial, decidimos probar un sitio del que habíamos leído muy buenas críticas. Se trata del restaurante Tosca situado en la planta 102 dentro del hotel Ritz-Carlton. Ni que decir que a esas alturas, las vistas son de vértigo. Aunque no pudimos conseguir la mesa más pegadita a la ventana, se podía tener buena panorámica hacia la isla de Hong Kong.
 
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Como buen restaurante italiano que se precie, para empezar un plato de pan variado en el que no puede faltar fogaccia. Acompañado de aceite de oliva con un toque de vinagre balsámico. Todo un vicio para los amantes del pan, y uno que no acostumbra a comer tanto pan a diario como lo haría en España, éste es de lo momentos que hay que aprovechar. Creo que nos cambiarían el plato en dos ocasiones más. Acompañamiento perfecto entre plato y plato.
 
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Antes de ir que mi novia le estuvo echando un ojo al menú, ya tenía muy claro lo que iba a pedir. Añadir que la carta no es súper extensa pero todos los platos están muy cuidado y destancando algunos platos estrella como puede ser: el carpaccio de carne. Ni que decir que estaba espectacular. El corte de la carne y además el contraste con un toque de helado de vainilla. Súper fresquito el plato.
 
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Yo por mi parte opté por un plato de berenjenas gratinadas con mozarella. De textura muy suave, acompañado de tomatitos cherry y un poco de parmesano.
 
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Después de los entrantes y antes de pasar al plato principal, pedimos este ravioli relleno de queso y con trocitos de ternera con cierto toque agridulce. Una combinación interesante, además de, la forma poco tradicional del ravioli siendo tan alargado, en vez de los cuadraditos a los que uno está acostumbrado.
 
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Otra de las recomendaciones del sitio eran las chuletitas de cordero. Buena presencia en el plato y con unas papitas en forma de daditos. La carne poco hecha, con un poco de salsita para cerrar el conjunto. Muy tierno, perfecto para mi, pero creo que mi novia no le hubiera importado que estuviera algo más hecha la carne para su gusto. No obstante, muy bueno.
 
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Y mi segundo plato, tiras de solomillo. Insuperables, no digo más! Comer y disfrutar. El resto de detalles del plato se me han olvidado por completo, jeje. Mala costumbre la mía la de no anotarlo o sino una foto al menú la próxima vez.
 
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Para cerrar la noche no nos podíamos ir sin unos postritos, y con lo que a mi me gustan 🙂 El tiramisú es otro de los destacados, pero por desgracia la foto que saqué no quedo muy allá, así que, cojo prestada una de la gente de Open Rice. Antes de que el postre llegara, el camarero hizo una apuestao conmigo: «si no te convence el tiramisú, no te lo cobro». Así que, hecho. Sólo quedaba mi veredicto luego.
 

Ni que decir que finalmente tuvimos que incluirle el tiramisú en la cuenta, no nos escapamos. Más que justificada la recomendación y es que no se parece en nada o un poquito al convencional. Sobre todo por la galleta que tiene en parte superior, lo cremoso que estaba o el puntito exacto de café. Genial.

Y para mi novia un canoli. Crujiiente con trocitos de pistacho y crema en el interior. Muy peculiar su presentación y de sabor más que interesante.
 
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Cafecito y petit-four cerrando una cena más que magnífica. Ah! se me olvidaba, una botella de vinito tinto de Valpolicella. No es que sea un gran experto de vinos, y más en los italianos, pero tengo buenos recuerdos yendo a comer con mis padres en un italiano de Tenerife en el que probé varios vinos, y eso siempre ayuda.
 
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Un sitio apto tanto para cenar o bien almorzar con unas vistas increíbles y comida a la altura. Una muy buena experiencia para nuestra primera vez. Puede que más adelante probemos el brunch que tiene fama; de momento, aún seguimos saboreando los platos que les mostré anteriormente.

Si se quedan con más ganas y quieren leer críticas de más gente puede echarle un vistazo a este enlace.

 

Redes 4G

 

El mercado de las telecomunicaciones está siempre en constante evolución con mejoras en la redes y también en los terminales. Las operadoras poco a poco van adaptando sus infraestructuras para satisfacer las necesidades de los usuarios que cada vez son más exigentes, mayor consumo de datos y conexiones fiables con alta velocidad. Las redes 4G aún están por despegar en la ciudad aunque algunas de las operadoras hace unos meses que introdujeron este servicio y se espera que se vaya ampliando con el paso del tiempo. Algunos ejemplos los tenemos con:

1010 (CSL) y el terminal HTC Velocity.
 

Pasand por PCCW y por último China Mobile, siendo la última en comenzar a dar servicio 4G en su red de Hong Kong. No obstante, hace poco leía que en la vecina Shenzhen también estará funcionando dicho servicio en poco tiempo junto con otras ciudades del sur, puede que en la provincia de Cantón y se expanda a otras zonas del país más adelante. Mucho potencial en los usuarios de móviles.
 

 

En lo que respecta a dispositivos, marcas como Samsung o HTC son sus terminales estrella adaptados para estas redes.

Galaxy SII LTE
 

One XL
 

A la hora de elegir un nuevo terminal, una opción más a tener en cuenta, aunque si lo comparamos con la extensa gama de terminales del mercado, las opciones 4G aún siguen siendo algo escasas. Igual de aquí a finales de año saldrán a la luz nuevos modelos. A veces para estas cosas hace falta un periodo de transición y que la gente vaya adaptándose poco a poco, y es que el mercado suele ir demasiado rápido. Otras tecnologías como WIMAX están a la vuelta de la esquin y luego, ¿qué será lo próximo? …

 

Amanecer al tres

 

Arriba chicos, es hora de comenzar una nueva jornada. Si la noche anterior habíamos conseguido llegar a buen puerto o algo parecido, y tras pasar una noche al aire libre, tocaba volver a nuestro barco y continuar con nuestra travesía. Las primeras luces del día, un poco antes de las 6 de la mañana nos iban dando los buenos días y ya se empezaban a escuchar algunos ruidos matutinos de los trabajadores que se ponían ya en marcha.
 

¿Y dónde dormimos? pues Dani y yo tal cual en el muellito con las colchonetas y el manto de estrellas sobre nuestras cabezas, mientras que Alberto prefirió meterse en el barco, pero por lo visto la experiencia no fue tan buena o mejor que la nuestra; habíamos aguantado una noche digamos al raso, y en un sitio que nunca nos hubiéramos imaginado. Como compañera una mesita con una emisora de radio que custodiaba un chico durante toda la noche bajo la luz de una bombillita y…
 

rodeados de artilugios metálicos, no para pescar, sino para el cultivo de perlas. Lo que leen, habíamos pasado la noche en los alrededores de una granja de perlas, la cual estaba regentada por un señor que resultó japonés y de lo más amable, aunque inicialmente no fue lo que nos pareció por las impresiones que nos habían transmitido algunos de sus empleados. Alberto pudo poner a prueba su nivel de japonés mientras nos tomamos un vasito de ume, quién nos lo iba a decir en un sitio tan remoto.
 

 

Nos ibamos a adentrar en Aljui, sitio de donde sacaríamos algunas anécdotas curiosas como nos cuenta Alberto. Unos australianos un tanto «simpáticos» nos vendrían a dar la bienvenida. Sorprendidos por nuestra presencia en aquellas aguas y que hubiéramos llegado tan lejos en nuestra embarcación. Nos recomendaron que no nos acercásemos hacia el interior de las lagunas, y se preguntarán el por qué: perlas. Y bien custodiadas por algunas patrullas armadas que no dudarían en perseguirnos si osábamos acercarnos demasiado, esas mismas eran nuestras intenciones, ya te digo 😛 sin entretenernos continuamos nuestro camino explorando el paisaje que teníamos delante nuestro. Formaciones de roca llenas de vegetación y que se extendían hasta donde alcanzaba nuestra vista..
 

 

Todo muy tranquilo, cruzando por el medio de la laguna mientras podíamos ver pegaditas al interior las boyas que indicaban la presencia de las zonas de cultivo de perlas. Era increíble la cantidad de ellas que había, tras un rato perdí la cuenta mientras seguíamos avanzando más y más hasta lo que creíamos que era el final, pero no, estábamos equivocados. Con la cantidad de recovecos que tenía, era mucho más grande de lo que habíamos imaginado.
 

Después de bastante rato navegando en solitario, nos encontramos con este buen hombre en su bote intentando hacer alguna captura. Menudo calor que empezaba a hacer, ni siquiera era mediodía.
 

Formas caprichosas con el efecto de la erosión y haciendo que la roca esté casi a ras de agua. Uno puede ver claramente hasta donde puede llegar el nivel del agua. La naturaleza es sabia y se encarga de recordádnoslo, ella sabe adaptarse a todo.
 

 

Y justo en el momento más oportuno, totalmente solos en mitad de esas lagunas, uno de los motores de nuestro bote volvió a carraspear y Agus decidió que era momento de detenernos. Esperemos que no sea grand cosa y podamos ponernos en marcha en no mucho tiempo, pero finalmente, le llevó su ratito dejarlo a punto. Una nueva prueba de que la suerte estaba de nuestro lado, ¿no les parece chicos? a ver esas caras 😀
 

El motor puesto en marcha y momento de regresar el camino andado. Casualmente terminamos parando en el muelle de nuestros amigos australianos y aprovechar para hacernos el almuerzo en un tiempo récord, continuando el camino hasta Wajag. Habíamos recorrido gran parte del camino y pocos kilómetros nos separaban de la costa, era el esfuerzo final de la jornada. Nuestro bote avanzaba confiando en salir pronto de la tormenta, era momentos de incertidumbre.
 

Minutos más tarde, respiraríamos aliviados al comprobar que habíamos dejado la tormenta atrás y las aguas se volvían más tranquilas y la costa se iba acercando, al tiempo que Agus reducía las revoluciones de los motores; se habían portado como campeones. A ritmo lento nos fuimos aproximando al puerto del lugar en el que pasaríamos las siguientes dos noches. Habíamos llegado, un pasito más en nuestra ruta.
 

Y lo bien que sentaba el llegar a tierra firme.
 

Aunque tampoco era mal momento para darse un chapuzón, más que merecido. El color del agua invitaba a ello, nada más refrescante en aquellas aguas de color turquesa.
 

Pero el baño se vería interrumpido por unos inesperados visitantes. Momento de recogernos y contemplar como varios ejemplares se acercarían rondando el muelle. Se movían a gran velocidad, muy sigilosos.
 

Otro día de emociones fuerte, con su dosis de aventura, granjas de perlas y para culminar el día con una de tiburones. Poco más se puede pedir en lo que llevamos de viaje. Mañana sería el gran día, la razón de este viaje sólo apto para aventureros. No se lo pierdan.

¡Buen fin de semana!