Aeropuerto de Vantaa

 

Dentro de lo bueno que tiene estar unas cuantas horas en un aeropuerto, es que uno puede «explorar» con calmita casi la mayoría de sus rincones. Si recuerdan en la entrada de ayer, la temperatura exterior hacía que la mejor opción era quedarse dentro a matar el tiempo que tenía por delante, unas 8 horitas de nada. Si en el viaje de ida hubiera pasado por este aeropuerto, habría ido preparado para enfrentarme al clima local y hacer un poco de turismo en la ciudad, ya que, en apenas media hora de guagua uno puede irse al centro de Helsinki. Así que, será para una próxima ocasión 🙂

No obstante, el paisaje en el exterior era bastante bonito. La nieve cubría gran parte de los alrededores, no así las pistas que gracias a la eficiencia finlandesa permitía que los vuelos salieran sin problema alguno y a su hora.
 

Mientras tanto, aprovechar para comer algo calentito y curiosear alguna revista. Tiempo había de sobra, desde luego.
 

En particular, el aeropuerto de Helsinki no es demasiado grande pero no por ello está falto de todo lo necesario para que el viajero se encuentre a gusto. Los primeros pasos por él, me hacían recordar un poco al aeropuerto de Amsterdam, de pasillos digamos estrechos y techos bajos, pudiendo llegar de una terminal a otra en tan sólo unos 15-20 minutos a pie y de un ambiente bastante tranquilo.
 

Y quien dice pasear, también dice de comprar algunos souvenirs típicos del país donde no faltan: imanes, llaveros o algún artículo de decoración para el hogar (con renos, Papá Noel…). Algo que llama la atención es el precio, que de por sí en los aeropuertos ya están algo más caros, este en particular me pareció un poquito más elevado. Bueno, de eso tienen fama los países nórdicos, no? aunque luego, a calidad de vida no les gana nadie.
 

 

Tampoco nos podemos olvidar de los más pequeños, y para ellos también nos podemos encontrar con algúnas máquinas recreativas tipo Sega Rally, qué recuerdos! o sino la típica que se balancea mientras suena alguna musiquita. Son cosas mías o no he visto máquinas de este tipo en otros aeropuertos. Si alguno/a ha localizado algunas de estas máquinas, sería curioso saberlo. Lástima que no llevara muchas monedas sueltas por aquel entonces, que sino, una partidita me hubiera echado y seguro que alguien más también se animaba.
 

Pasillo por aquí, pasillo por allá. Estirando las piernas, ya que, luego nos pegaríamos un vuelo de casi 10 horas rumbo Hong Kong. Momentos en los que de repente, uno se queda prácticamente solo y como único compañero el brillo de los carteles publicitarios. Creo que serían como las 5 o 6 de la tarde, pero todo ya estaba en completa oscuridad desde apenas las 4 y poco, todo muy silencioso.
 

Hasta con patinetes para poder desplazarse por el aeropuerto, pero no para los pasajeros, sino para el personal que allí trabaja. Nada de carritos. Además de, lo ecológico que es y lo saludable que es hacer un poco de ejercicio mientras se trabaja, y uno no se da ni cuenta 🙂
 

Mi puerta de embarque la tenía más que ubicada pero no fue hasta un par de horas antes del embarque que me desplazara a los alrededores, ya que, para acceder a esa zona del aeropuerto había que pasar por otro control de pasaportes y era preferible conocer las otras áreas.

Parece que había un poco más de movimiento por la zona. Más gente de un lado para otro, en las cafeterías o comprando algunas cositas. Las horas poco a poco habían ido pasando, aprovechando el wifi gratis, un poquito de twitter, Foursquare y todas esas cosas de hoy en día.
 

Para aquellos/as que tengan un día ocasión de pasar por allí, no dejen de visitar su web donde podemos encontrar información muy completa sobre todos los servicios disponibles, información de vuelos, tiendas… Un aeropuerto acogedor que hará nuestra espera más agradable.
 

Ampliando

 

Hacía tiempo que no paseaba por la zona de los muelles de Central (cámara en mano), y es increíble lo rápido que avanzan las obras en esa zona. La verdad no sabría decir cuándo empezaron, si acaso un año y algo, apenas 2 años. Ahora donde antes había agua, ahora es terreno ganado al mar. Una nueva carretera nos lleva directamente hasta Wan Chai en apenas un par de minutos, consiguiendo descongestionar el tupido centro de las calles de los alrededores del distrito de Central. Buenos atascos en hora punta, ufff.

Al fondo juntitos tenemos algunos de los edificios emblemáticos de la isla que quedan a unos cientos de metros desde el puente que nos lleva hasta los muelles donde poder coger el Star Ferry a TST o resto de barcos a las islas de la periferia (Lantau, Lamma, Cheung Chau…)

Las máquinas se toman el descanso merecido, para eso se hizo el fin de semana y el domingo. En silencio son testigos del paso de los turistas y el correr de la brisa en una tarde de domingo. Ojalá que no sea lunes seguro están pensando algunas de ellas, horror!! y dentro de nada tenemos Halloween y todo.
 

Me pregunto lo que durará este agujero así. Seguro que dentro de un par de semanas ha desaparecido y tenemos tierra firme de por medio. Parece que todo va cogiendo forma y seguro que cuando nos vayamos a dar cuenta estará todo dispuesto para el uso y disfrute de los ciudadanos.
 

Los materiales de construcción esperan su turno, ellos no tienen prisa desde luego. Y si nos pusiéramos a pensar cuántos ladrillos, tuberías, litros de cemento… se gastan en obras como estas. Indagando un poco en el departamento de Ingeniería Civil y Desarrollo, he dado con el proyecto en cuestión, para los que quieran ver con más detalle.
 

¿Igual un día se llegarán a tocar la isla de Hong Kong y la península de Kowloon? ¿ustedes que creen? aún queda agua de por medio pero quitando eso, creo que igual le quitaría el encanto a la bahía de Hong Kong y el puerto Victoria. No sería tan fácil al ser una zona con bastante tráfico marítimo. Dejaremos la pregunta en el aire a ver qué ocurre.
 

Queda menos

 

Parece que se va acercando la fecha en la que abran al público el que será el hotel situado en el edificio más alto de la ciudad: el nuevo Ritz-Carlton. Y el edificio en cuestión es: el ICC (International Commerce Centre), ubicado en Kowloon, el nuevo dominador en el panorama arquitectónico de la ciudad. Si algunos recuerdan, el edificio más alto era: el IFC ubicado en la isla de Hong Kong, el cual tiene una altura de unos 420 metros pero que se ve superado por el nuevo gigante de la ciudad con casi 490 metros. Queda pendiente reportaje sobre este nuevo «inquilino» entre nosotros.

En lo alto del ICC es donde estára este nuevo hotel. Anteriormente contaba con edificio propio en la zona de Central-Admiralty pero decidieron trasladarse a estas nuevas instalaciones que faltará muy poco para el uso y disfrute de los visitantes y ciudadanos. Abarca desde la planta 102 hasta la 118 que es la parte más alta del edificio.
 

Con un total de más de 300 habitaciones, varios restaurantes, además de, un spa; seguro que se convierte en punto de referencia en lo que a alojamiento se refiere. Algunos rumores escuché de que tendrá un sky bar, que puede resultar más que interesante. Disfrutar de una copa en la noche hongkonesa o un almuerzo en un soleado día de verano al fresco de las alturas, ¿no pinta mal verdad?

Desde casa por las noches he visto cierta actividad en lo alto, todo apunta a que estén acelerando los trabajos para hacer la inauguración cuanto antes. Estaremos atentos para cuando esta se produzca y como no, habrá que ir a visitarlo cuando se pueda y ver las impresiones 🙂

 

La mansión

 

Bienvenidos al «lujo» de uno de los lugares emblemáticos en el otro lado, en la parte de la península de Kowloon en la zona de Tsim Sha Tsui, las famosa Chung King Mansions. Seguro que ya por el nombre, les suena a sitio peculiar, no? y en verdad lo es. Situado casi al principio de la larguísima calle de Nathan Road y en pleno centro del bullicio de la zona de compras. En este edificio se concentran gran cantidad de negocios entre los que tenemos:

– Restaurantes indios.
– Tienditas de electrónica.
– Casas de cambio.

Sin olvidarnos del motivo principal para que visitemos este edificio: los hostales. La abundancia de alojamiento en este edificio, lo hace muy atractivo para la gente que vaya buscando un sitio barato donde pasar la noche. Siendo el alojamiento en la isla de Hong Kong algo más caro, es una buena opción quedarnos en Kowloon, y es que siempre y cuando tengamos una boca de metro a pocos pasos, no tendremos problemas en nuestra movilidad por la ciudad.
 

Merece la pena acercarse a su interior y recorrer los estrechos pasillos de cada planta, sitio laberíntico donde los haya y con pequeños ascensores que nos llevan de una planta a otra. Todo un submundo y buen escenario para alguna película que se precie. Ese interior de aspecto descuidado, de paredes grises y metal oxidado, mezcla de razas y culturas…
 

A modo de curiosidad, hay una película que lleva por título Chung King Express que me la recomendaba un día Carla, que por cierto aún tengo pendiente de ver. Para aquellos/as que se quieran «sumergir» en una visión más cercana de este edificio tan particular.

Es uno de esos sitios que le da ese encanto particular a la ciudad donde se mezcla lo moderno con lo viejo, lo bello con lo cutre, pero todo en armonía y es lo que crea la expectación al paso del turista.