Algo fresquito

 

¡Qué sería de nosotros sin la comida! verdad? y ayer que «empezaba» la semana con una reflexión sobre lo que suele o puede ser el verano, uno no puede olvidarse de lo importante que es el alimentarse bien y acompañar de bebida. Apetecen cosas fresquitas y ligeras, nada de cosas pesadas que luego queremos irnos a darnos un chapuzón al poco de haber comido y uno no quiere disgustos.

En mi mente, la imagen de una playa como la de la foto. Arena blanquita, finita que casi parece como detergente en polvo, muy suave. De fondo, sólo color azul de varias tonalidades y salpicado el cielo con el blanco de algunas nubes. A que dan ganas de ir corriendo de cabeza al agua.. Por cierto, ¿quién me sabría decir donde está situada esta playa? seguro que es fácil de adivinar 🙂
 

Por los alrededores podemos disfrutar de buena comida y a precios inmejorables. Digamos que pedir una ensaladita variada para empezar (tomate, lechuga, zanahoria, cebolla…) y para continuar unos pinchitos de satay de pollo. Suena bien, a que si? Quien pudiera disfrutar de un almuerzo así en horas de oficinas mientras uno remoja los pies a la orilla de la playa, sería genial.
 

¿Cuál elegirían? aunque lo que no queda claro es su disponibilidad, hasta parecía un poco desierto el puestito.
 

Yo para llevar un poco la contraria al cartel, me quedo con el de sandía, es un triunfo tanto en jugo como en batido.
 

Como echo de menos esos batidos de frutas del bosque made in Doña Papaya aunque mientras tanto la variedad de jugos y postres locales tampoco está tan mal, sino que le pueden preguntar a el Capitán Urías que dio buena fe probando uno de ellos. Lo dicho, mucha frutita y cosas frescas para el verano bien sea en Hong Kong, Tenerife o allá donde nos encontremos de vacaciones.
 

«Como» en el baño

 

¿Qué se puede hacer cuando el tiempo está feo y lluvioso? lo mejor es estar en interiores echando un vistazo a tiendas o bien comiendo algo, y eso fue lo que hicimos ayer por la tarde mientras estabamos dando una vuelta por Mongkok. Aprovechamos la ocasión para estrenar este sitio que me había llamado la atención de todas las veces que pasamos por la calle en que está. Su nombre: Modern Toilet y ¿en qué está inspirado? pasen y vean…
 

Aquí tenemos una muestra de la decoración de las paredes, como por ejemplo: tapas de retretes con la bandera de distintos países. Una muy buena ocasión con la excusa del Mundial que se juega estos días. Y bueno, de las lámparas que me dicen? seguro que la imaginación sabe «descifrar» lo que éstas representan 🙂
 

Y en todo buen baño que se precie, no pueden faltar tuberías de PVC que estaban colocadas a modo de reja entre las divisiones del local. Bastante original el sitio, pero aún quedan algunas cositas por ver.
 

Como no, estabamos sentados en… (ver foto), pero bastante cómodo que era el asiento, acolchadito que sino.
 

Bueno, y a todo esto, habrá que comer algo, no? como habíamos tenido un almuerzo un tanto tardío y por la novelería de ver el sitio y tomarnos algo, nos decidimos a pedir esta «barquita» de helado de 3 sabores (vainilla, chocolate y sésamo) acompañado de plátano + fresa con un toque de sirope de chocolate. Su precio estaba genial para la cantidad (40 HKD, 4€ poco), y no estaba mal, que por el precio no se le puede pedir mucho más. Estando todo tan pesado, los platos también tenían ese toque baño que envolvía todo el local.
 

 

Para lo que se decidan a visitar este peculiar local, pueden hacerlo tanto en Mongkok como en Causeway Bay, seguro que la visita no les deja indiferentes. Más información en su web
 

Comidita española

 

Buena forma de cerrar la semana y dar comienzo al finde con una entrada gastronómica. Nos alejamos un poco de la comida local y asiática para irnos a nuestra tierra y recordar platos y sobre todo sabores.


Esta semana tuvimos la ocasión mi compañero Enrique y yo de ser invitados a un tasting de comida española. Gracias a la invitación por parte de una empresa que elabora la revistar Grocer & Caterer y de nuestra mano querían conocer si la comida era realmente auténtica o se echaba algo en falta de algunos sabores tradicionales. Quien se puede resistir…

El lugar -> el restaurante español Uno Mas. Situado en el distrito de Wan Chai y en plena zona del ambiente de bares y restaurantes de esta zona tan popular de la isla de Hong Kong. Y de la mano de su chef David Izquierdo, aprovechó para ir contándonos un poco de cada uno de los platos que iban llegando a la mesa, entre los que pudimos degustar son:
 
– Croquetas de jamón ibérico.
– Tortilla de papas.
– Rabo de buey.
– Ensalada de atún troceado (a la plancha) con tomate.
– Cochinillo.
– Fideuá.

Todo esto acompañado de un buen vinito tinto, del que no recuerdo el nombre aunque claro tampoco llegue a preguntar :/ pero estaba muy bien y venía perfecto para acompañar con todos estos platos. Y como no, tampoco podía faltar un poquito de pan tostadito con un chorrito de aceite de oliva.

Los platos a cada cual mejor, aunque de tener que quedarme con uno o unos de estos, serían: las croquetas y el cochinillo.

La textura de las croquetas era muy suave y el rebozado más fino del habitual comparado con las croquetas caseras o de algún restaurante, ¿el secreto? el pan rallado japonés que le da al rebozado ese toque más fino y como no, sin olvidarnos del interior con jamoncito del bueno, de bellota. Lo dicho, un lujo.

Y en lo que respecta al cochinillo, receta nueva del chef que teníamos el honor de probar. El cochinillo pasa por el proceso de horneado, luego se fríe ligeramente y finalmente se acompaña con un toque de una salsita de miel que le da ese toque dulce y en combinación con el puntito salado de la carne y ligeramente crujiente de la piel: increíble. Ya sólo de pensar en ello, la mente vuela.

Desde luego la guinda para cerrar esta comida, hubiera sido un postrito tipo: crema catalana o tarta de santiago, no creen? pero la verdad que la comida dio bastante de sí y eso que era un total de 4 personas a compartir toda la comida. Entre tanto y tanto hubieron fotos con los reporteros de la revista y el chef, y brindis. A ver cuando salga la edición de la revista y ver lo que cuentan, aunque si está todo en chino necesitaré de la ayuda con un poco de traducción 🙂

Sin duda, una experiencia interesante y de lo más sabrosa. A ver si se repite en más ocasiones.

P.D: Lástima de no haber podido sacar fotos de los platos, pero las manos andaban algo ocupadas, ya saben.
 

Compartir

 

Una de las costumbres principales relacionada con la cultura china y en otros países asiáticos y ligada al campo de la comida, es: compartir. Este es un aspecto que es ya conocido por los occidentales, basta con ir a cualquiera de los restaurantes chinos en nuestra ciudad y lo normal es pedir distintos platos (arroz, verduras, carne…) bien para comer en el sitio o si preferimos llevar a nuestra casa.
  

Hasta ahí nada extraño, pero yendo un poco más allá, tenemos algo que es algo menos conocido y que sólo lo podemos experimentar una vez viajemos por esta parte del globo. Compartir la mesa con «extraños», algo que puede resultar chocante la primera vez que uno lo experimenta, pero que sin duda, es hacer un buen recurso del espacio disponible en el sitio donde estamos comiendo.

  • Situación 1:

Nos encontramos en alguno de los restaurantes de comida rápida china (Café de Coral, Fairwood…) de los que aún tengo pendiente hablar. Pillamos nuestro sitio para disfrutar de nuestro almuerzo o cena y al poco se nos acerca alguien preguntando si no nos importa que se siente con nosotros. Tampoco es tan raro visto de esta forma, si uno va solo y en la mesa hay espacio de sobra, todos son bienvenidos 🙂 Si que se me hace algo más extraño cuando uno está en pareja o con un grupo de gente, digamos que la «privacidad» se rompe un poco aunque bueno, mis conocimientos de cantonés son limitados con lo que poco me iba a enterar de lo que decían, jeje.

  • Situación 2:

En el otro extremo tenemos: Desalojar una mesa y hacer que se muevan los integrantes de la misma a una mesa más pequeña, para hacer hueco a un grupo más grande de gente que acaba de llegar al restaurante. ¿Problemas? desde luego ninguno, la gente accede a cambiarse sin problema aunque mi primera vez con eso, la sensación es rara.

Trasladando estas situaciones al entorno europeo, la primera de ellas estaría bien vista pero respecto a la segunda, sigo teniendo mis dudas. Por ejemplo: ¿Accedería un grupo de españoles a moverse en medio de un almuerzo o cena para ceder su mesa a otro grupo? Por supuesto, no ocurre esto en todos los restaurantes pero no deja de ser curioso cuando se ve por primera vez.

Uno ya está acostumbrado y lo ve con buenos ojos. Todo sea por aprovechar el espacio del lugar y claro, más clientes, más ingresos 😀