Cuando parecía que el tiempo empezaba a arrancar con algo más de calorcito, en estos últimos días el termómetro se ha empeñado en bajar de nuevo y la humedad también se ha disparado. Con lo bien que se estaba sobre unos 23 grados. A su vez, está habiendo una bruma bastante densa tal que si uno está situado en la isla de Hong Kong y mira hacia el lado de la península de Kowloon, hay edificios que en parte se han esfumado. De igual forma ocurre mirando el skyline desde TST hacia la isla.
Estas fotos las saqué este domingo pasado. Una vez terminado el entrenamiento de dragon boat me dirigí a Central para almorzar algo. Después de comer, el plan era dar una vuelta e ir a mirar una cosita que tenía pendiente, me acordé de unas tiendas outlet en TST que igual me venían bien.
Así que, como tenía tiempo por delante y no había quedado con nadie, era momento de embarcarse en el Star Ferry. Nunca me cansaré de repetir lo agradable que se hace la corta travesía que separa la isla de la península. Apenas son 10 minutos, pero da gusto poder respirar la brisa del mar y contemplar la vista alrededor a pesar de que el día estuviese gris y con esas nubes que cubrían parcialmente.
Busqué un sitio en la cubierta superior al lado izquierdo del barco y a disfrutar del trayecto. Da igual que seas turista o residente, siempre es buen momento para subirse. ¿Recuerdan lo que costaba? pues revisando una de las primeras entradas que escribí mencionando este barquito, por aquel entonces rondaba los 2,4 HK$. A día de hoy, ya está en los 3 HK$, pero sigue siendo bastante económico al igual que su compañero el tranvía.
Cuando uno va a bordo se fija en pequeños detalles como las cuerdas, salvavidas, las barandillas… la de pasajeros que habrán visto pasar en todos estos años de servicio. En concreto el barco en el que iba ese día, según decía una plaquita, era del año 1975. Creo que hay otros que son un poco más modernos. Sería interesante conocer un poco más a fondo sobre la historia de estos ferrys tan peculiares.
La sirena del barco nos indica que ya estamos llegando al muelle. La gente se empieza a levantar para hacer cola ante la puerta de salida.
Unos que llegan y otros que están a punto de irse. El horario del ferry es bastante puntual, y a nada que lleguemos a un muelle u otro, como mucho tendremos que esperar 10 minutos máximo para poder zarpar. Ni la bruma impide que salga a su hora, muy mal tendría que estar el tiempo como cuando viene algún tifón, pero la temporada aún queda lejos.
Esperemos que para este fin de semana que está por empezar se despeje un poco o al menos la temperatura suba, no es mucho pedir. Ya se sabe, el cambio climático, el tiempo no es lo que era antes y las estaciones parece que quieren alargarse más de lo que debieran. Veremos en unas semanas conforme el mes de marzo sigue avanzando y se le acerca el turno a la primavera 🙂