Cositas

 

Este fin de semana pasado aprovechando que una amiga se había comprado una cámara de fotos y quería darle su toque personal confeccionando ella misma la correa. Me comentó que iría a la zona de Sham Shui Po que hay cantidad de tiendas donde comprar accesorios y cacharritos varios. Era un plan interesante ya que, aún no había estado por la zona y pintaba bien el poder explorar la zona.

A pocos pasos de la una de las salidas del metro nos podemos encontrar gran cantidad de tiendas que venden botones de todos los tamaños formas y colores que nos imaginemos, cadenas de metal o de cuero. Podemos elegir desde el mismo exterior de la tienda donde algunas tiendas tienen parte de sus productos.
 

 

o bien seguir caminando y entrar a curiosear más en profundidad. Una tienda tras otra. Como habrán notado, las fotos no las saqué con la 7D y es que, aunque el día estaba algo gris en sus inicios no pintaba del todo mal pero la lluvia terminó haciendo acto de presencia y no dio tiempo a sacarla. Al menos el móvil es resultón.
 

El tamaño de las tiendas no condiciona para nada la cantidad de productos que hay en su interior, todo está muy bien aprovechado. Gavetitas por todos lados con cuentitas, lentejuelas, botoncitos, brillantitos…
 

Como para que se nos cayeran estas piecitas al suelo. El estropicio sería poco… jeje
 

 

Para los amantes de algunas manualidades, éstas son el sitio ideal para perderse un buen rato recolectando piecitas para luego darle forma de pulsera, collares o igual algunos collages. Seguro que tengan mil usos más, depende de la creatividad de cada uno.
 

En otra de las tiendas que estuvimos, un laberinto de cintas elásticas, cordeles, cadenitas… el especio justo para pasar dos personas de lado. Desde el suelo hasta el techo no quedaba espacio sin ocupar. Mi amiga tuvo suerte y en las pocas tiendas que entramos dio con lo que estaba buscandom, aunque sí hay que tomárselo con paciencia, y mejor se estaba dentro de la tienda al fresquito, que a fuera a pesar del algo de lluvia el calor húmedo apretaba un poco.
 

 

Y para el final me he dejado algunos ejemplos de lo que se puede llegar a hacer con algunas de estas piecitas. ¿Reconocer a alguien familiar en esta foto? quizás nuestro Capitán o Ikusuki nos puedan aportar algo.
 

O este otro escaparate donde el uso de los brillantitos va desde un simple bolso o como elemento decorativo en forma de gorra para una figurita de uno de los dibujos más populares de la ciudad: el cerdito Mac Dou.
 

Fue una experiencia interesante la de conocer parte de la zona y sus tiendecitas, pero la cosa no se quedará ahí, habrá que volver y esperemos que el tiempo sea bueno para poder sacar más fotos en condiciones.

 

Algo rápido

 

La cultura de la comida en Hong Kong es algo presente en casi cualquier esquina. No faltan restaurantes de todo tipo, desde comida local hasta cocina internacional. El caso que nos ocupa hoy, se trata de comida para llevar, coger y salir con la misma. Tan sólo basta con observar durante unos minutos la actividad constante en cualquier puesto de la calle como este. La gente esperando su turno para elegir su aperitivo preferido.
 

¿Y qué podemos elegir? pinchitos de carne, bolas de pescado con curry, salchichas… hay cantidad de ellos. Bien para comer solos o acompañados, seguro que hay algo que nos llama la atención y estamos deseando probar.
 

Tanto por la isla de Hong Kong, en Kowloon o los Nuevos Territorios nos encontramos puestos de comida como estos en los cuales la actividad se incrementa cuando cae la noche. Ya se pueden imaginar en zonas como Mongkok que los horarios se alargan durante el fin de semana, la gente aprovecha para salir a pasear, de compras.. y de paso picar algo mientras va por la calle. No hace falta sentarse a una mesa para echarse algo de comer. Rápido pero efectivo, y desde luego que delicioso. ¡Hay que probarlo!

 

En guagua

 

Nada como estar un poquito más por encima del nivel de la calle para que nuestra percepción cambie un poco. Si es que somos «animales» de costumbres e incluso en una ciudad como Hong Kong, tan vertical, con la vista al frente se nos pasan algunos detalles que están más arriba.

Eso me recuerda que Pau observaba un dato: ¿por qué algunos carteles están en rojo y otros en azul? Con la pregunta en mente y habiendo observado lo que indica uno y otro, llego a la conclusión que el rojo es para los lugares turísticos y el azul para estaciones de metro, guagua, subterráneos… Curioso el apunte.
 

La calle Nathan Road, digamos casi infinita, que se extiende desde Tsim Sha Tsui hasta Prince Edward. Un buen pateo en toda regla, donde se alternan edificios de viviendas, comercios, hoteles, restaurantes… Las calles perpendiculares que desembocan a esta, estrechitas y que se pierden a lo lejos.
 

 

Gente que viene y va o hace tiempo a que aparezca la guagua que los lleva de vuelta a casa. La actividad por esta calle es una constante, y da igual que sea fin de semana, noche o día. Es el eje de la zona de Kowloon.
 

Cualquier esquinita es buena para poner un negocio. Nadie como la gente de Hong Kong para aprovechar el espacio
 

Nada como un paseo en guagua por esta zona u otras de los alrededores, bien en Kowloon o por la isla de Hong Kong. A parte de ir más cómodos, nos permite «espiar» cómo transcurre la vida por las calles de una forma más discreta, a pesar de que la pasión por la fotografía es algo que sucede con bastante naturalidad en esta ciudad. Detalles que no dejan de sorprender por muchas vez que se pase por los mismos sitios, siempre habrá algo que «salte» ante nuestros ojos.

 

Nueva obra

 

Un arquitecto que cuenta ya con algunas obras en la ciudad y nuevamente volverá a dejar su sello con un complejo situado en la zona de Kowloon. Si nombrase el edificio central del banco HSBC o la terminal del aeropuerto de Hong Kong, seguro ya saben a quien me estoy refiriendo verdad? Se trata del estudio de arquitectos de Sir Norman Foster el que se ha llevado el gato al agua en este concurso para revitalizar el distrito de Kowloon Oeste. El nombre del proyecto: «City Park»

Las ideas iniciales son del año 1998 pero no fue hasta el 2008 cuando se lanzara el concurso oficialmente organizado por la autoridad del distrito de Kowloon. Un proceso lento, en el que también se realizó una encuesta pública durante los años 2009 y 2010, y así valorar la opinión de los residentes. Ya está todo listo y a falta de que empiecen las obras para ejecutar el proyecto.

Para que se hagan un idea, esta es la idea presentada.
 

Como se puede observar, las zonas verdes cubren gran parte del espacio. La gente paseando mientras disfruta de las vistas al mar y al skyline de la isla de Hong Kong. No faltarán tampoco las zonas donde sentarse y descansar un poco, creando un ambiente fresco y agradable.
 

Tampoco se ha descuidado el aspecto cultural y de ocio, dotando a la zona de teatro o salas de música en las que se lleven a cabo diversas actuaciones y/o espectáculos. Es lo que realmente necesita esa zona, ya que, en la actualidad está todo un poco muerto. Sólo si estamos en el centro comercial Elements situado en la estación de metro de Kowloon, podremos encontrar cosas, pero de resto, aún queda por desarrollarse la zona.
 

Este proyecto ocupa una extensión de 40 hectáreas y con un coste de unos 2,8 billones de US$ aproximadamente, unas cifras importantes como pueden ver. En lo que respecta a los finalistas del concurso, a parte del estudio que se ha impuesto, los otros dos: Rocco Design Architects Ltd. y Office for Metropolitan Architecture liderado por el holandés Rem Koolhaas, también tendrán su hueco dentro del proyecto final, ya que, parte de sus propuestas se integrarán en el conjunto.

Esperemos que se cumplan con las expectativas y la larga espera haya merecido la pena. Por lo pronto, creo que ahora tocarán un par de años de obras intensas hasta que se culmine

Nota: Todas las imágenes que acompañan esta entrada han sido sacadas de Bustler.net