Vista al cielo

Este mes creo que se ha pasado más rápido de lo que me esperaba, no sé si a alguno de ustedes habrá tenido esa misma sensación cuando uno echa la vista atrás. También puede que con la Semana Santa de por medio y ahora también justamente el fin de mes con otro fin de semana un poco más largo de lo habitual. Las horas de oficina, los entrenamientos de dragonboat y los ratos de ocio en los que desconectar, ha sido un mes bastante movidito en lo que a trabajo respecta pero que se normalizará una vez pase la primera semana de Mayo y con el dragonboat recién estrenamos la temporada con la carrera de Lamma el fin de semana pasado con un cierto sabor agridulce pero aún queda mucha temporada por delante y la moral del equipo es fuerte, saldremos para delante.

Una de las cosas buenas que tiene el lugar donde está ubicada la oficina es la conexión con la estación de Admiralty que se encuentra debajo, aunque hay veces que me pierdo un poco esos cachitos del cielo si sólo me muevo por los alrededores y no salgo a estirar un poco las piernas hasta Wan Chai como a veces suelo hacer a la hora del almuerzo. Quizás sea cuando empieza a anochecer el momento más mágico pero me lo pierdo al estar bajo tierra casi la mitad del trayecto de vuelta a casa. Y el tweet de a continuación, viene a resumir un poco:

En un par de ocasiones me paré y levanté la vista al cielo para ver cómo se iban agrupando las nubes y los edificios caían en las sombras adivinando tan sólo sus siluetas.. Creo que las fotos consiguieron captar lo que veía a través de mis ojos aunque hay veces que esos recuerdos es mejor que se queden grabados en nuestra memoria sin tener que inmortalizarlos.

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Un breve paseíto desde Admiralty a Central en el que la brisa corría, sin apenas sensación de humedad pero con una temperatura que nos recuerda cómo se va aproximando la estación del verano. Parece que la lluvia no hará de las suyas por un tiempo, tan sólo las nubes que puedan tapar los rayos del sol de vez en cuando.

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Esperemos que el mes de Mayo nos devuelva un ritmo quizás algo más pausado, no hay prisa ninguna desde luego. Y recordar, una pausita para mirar al cielo porque a veces nos estamos perdiendo más de lo que creemos 🙂 Buen fin de semana largo!

Algo inevitable

Somos animales de costumbres y más si a la hora de comer tenemos varios sitios a los que solemos ir durante la semana y habiendo uno de ellos en el que repetimos, es mi caso al menos. Cuando hay un sitio donde a uno lo atienden bien y la relación calidad/precio de la comida es razonable pues es normal que nos guste repetir, ¿verdad?

Sin embargo, hay días que salgo de la oficina y digo: «¿Y hoy qué será de comer?» entonces es cuando caigo en la cuenta de algunos sitios que tengo anotados mentalmente desde hace tiempo para ir pero entre una cosa y otra pues es algo inevitable que uno se olvide y el tiempo pase.

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A ver si este plato de «char siu» pasa la nota de corte 🙂 En lo que respecta al servicio, bastante eficiente y amable. Y buen dato es que tengan el menú en inglés aunque más o menos me apaño si ya sé de entrada el plato que me gustaría pedir.

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Sería que llevaba ganas de comer puesto que había tenido que ir a hacer unas gestiones por la zona y antes de regresar a la oficina decidí hacer un paradita para comer. Y vaya si me supo el plato. Después en lo que me terminaba el cafecito con hielo me dio por dar un vistazo al menú y junto con lo que observé que iban pidiendo otras mesas, algunos platos bastante apetecibles; así ya sé para la próxima.

Curiosamente le comenté a una amiga que trabaja por la zona si conocía el sitio y me dijo que suele ir a veces a desayunar antes de ir a la oficina; está bien saber que si se tercia para un té con leche y un sandwich de huevo para empezar el día, sienta de maravilla.

Uno de esos sitios con tradición en el vecindario y que habían pasado más de 7 años pasando en cantidad de ocasiones por su puerta, pero no fue hasta hace poco que finalmente les hacía una visita que tenía pendiente. Y claro que repetiré.

Para ver su ubicación pueden ver los detalles aquí

Logo con fundamento

Después del cambio necesario de plantilla del blog el año pasado, llevaba dándole vueltas a lo que sería el siguiente cambio natural a hacer: crear un logo. Más aún cuando recientemente vieron la luz los calendarios de blogueros de Asia también me asaltó la duda puesto que aún no contaba con ninguna seña de identidad como tienen Felipe o Robert. Había que ponerle remedio cuando antes.

Tal que así, haces unas semanas surgió de manera bastante espontánea cuando tenía una conversación con Xacir con quien tengo buena relación desde hace tiempo y que por poco nos conocimos en persona en una visita que hizo a la ciudad hace unos años atrás pero que no pudo darse el encuentro. Mientras tanto hemos estado en contacto y puede que en el futuro tengamos ocasión de compartir unas cervecitas como se merece.

Justamente ha sido él quien me ha ayudado a definir el logo que desde hoy se convierte en la imagen del blog. Parece que no se lo puse del todo fácil el hacer coincidir estos dos lugares tan separados pero que convergen en este espacio personal. Por un lado mis orígenes: Tenerife y por otro mi hogar durante estos años: Hong Kong.

Puestos en antecedentes, llega el momento de las presentación:

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No se pueden imaginar lo gratamente sorprendido que quedé cuando vi las propuestas que me mandó del logo. Después de ver las posibilidades de cada una, finalmente me decanté por el diseño que ven y con una estética que sigue la línea del blog. Ha sabido captar la esencia condensándola de forma elegante y a la vez simple. Así que, a partir de hoy este logo se convierte en la seña de identidad del blog. Y ahora que ya hay logo, ¿qué será lo próximo? ahhh…

Sólo me queda agradecer a Xacir su labor y buen hacer y no sin antes invitarles a que conozcan más de cerca su trabajo, puesto que no es un excelente diseñador gráfico sino que también en el campo de la fotografía y especialmente en los macros.

Colina dorada

Comenzamos una nueva semana y siguiendo un poco al hilo del últimos post, con inspiración tailandesa desde Chiang Mai. De nuestra escapadita a finales de noviembre y que dio para mucho. Disfrutamos de buena comida y conociendo los alrededores de la zona, entre ellos el lugar del que les hablaré a continuación.

El templo de Wat Phrathat Doi Suthep se encuentra situado en lo alto de una colina a unos 15 kilómetros a las afueras de Chiang Mai. Aunque no es mucha distancia, según nos vayamos acercando hacia la carretera de acceso nos daremos cuenta que el tráfico se puede volver un poco denso y al ser este el único punto de acceso para los vehículos. Por tanto, es recomendable ir algo más temprano para poder contemplar el atardecer desde lo alto y luego más tarde con calma empezar el camino de regreso cuando la noche empieza a caer o igual adelantarse un poquito.

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Según cuenta la historia, fue en el año 1383 cuando se ponían las primeras piedras de este templo y con la construcción del primer chedi, esa especia de campana picuda, pero a lo largo del tiempo ha ido sufriendo transformaciones y ampliándose. No sería hasta el año 1935 que hubo carretera para facilitar un poco el acceso y hasta nuestros días que el flujo de gente es considerable por la afluencia no sólo de los locales sino de los turistas.

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Momento de oración tras haber pasado por los puestitos que venden incienso estratégicamente colocados en las cercanías del templo.

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¿Será esta la chedi sobre la que se erigieron los primeros cimientos del templo? la estructura en general es la clásica de los templos tailandeses, con una zona central donde se suele guardar un buda y en el perímetro una galerías con un montón de estatuas de budas e inscripciones. Si nos fijamos, veremos que hay algunas placas de gente que ha realizado donaciones a lo largo de los años para asegurarse tener su nombre en las paredes y con cuya contribución ayudan a las labores de mantenimiento del mismo.

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Después de haber estado un rato recorriendo los rinconcitos del templo, parece que el cielo decide que es hora de dar el día por terminado y el sol empieza a esconderse a lo lejos. Son muchos los que desde el mirado contemplan los últimos rayos mientras que otros se dirigen a la salida a coger su transporte para evitar las colas habituales. Una buena forma de terminar nuestro día y cogiendo rumbo al hotel para descansar y luego prepararnos para la cena.

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